Han pasado varias semanas después de lo sucedido y ya me siento muchísimo mejor mental y emocionalmente. Michael ha sido de mucha ayuda en este proceso y sin duda, mi pequeño Prince también. Todas las mañanas son mágicas y agradezco a Dios por levantarme con vida y al lado del hombre que más amo. Ahora y sólo ahora nos preocuparemos por algo verdaderamente importante para todos, pero más que todo para nosotros dos. Hemos estado preparando todo, porque entre una semana y unos cuantos días estaremos unidos oficialmente, uno para el otro. También celebraremos el cumpleaños de Elizabeth, su mejor amiga. Es tanta la emoción, que es imposible no sentir ansias por cada día que pasa.
Hoy iré en busca de mi vestido perfecto en compañía de mi suegra Katherine, mis dos mejores amigas Sofía y Janet y mi pequeño bebé. ¿Quién lo diría? Una boda por planearse y ya tengo mi primer bebé. Pienso en muchas cosas... Ando un poco asustada pero a la vez feliz. Ya me he recuperado satisfactoriamente de este trauma. Mientras miro un vestido tras otro, Janet me saca de mi trance.
—¿Cuál te parece mejor?
Sonrío y a la vez niego, es tan complicado elegir uno. Todos son hermoso sinceramente. La miro.
—Me encantan todos, están preciosos. ¿Cuál me sugieres tú? —Janet me mira y luego posa su vista hacía la cantidad de vestidos que están frente a ella, hasta que se detiene en uno y lo señala.
—Ese de allá... Está hermoso. Michael le encantará cuando te vea con ese vestido puesto —Lanza una mirada picara y yo río junto con Katherine.
Se levanta, lo agarra de la estantería y lo saca de todos los vestidos que lo escondían un poco. Es de encaje, color rosado muy pálido pero bonito, tiene algunos brillos que lo hacen destacar más y la falda cae sensualmente. Janet me insita a probármelo y Sofía me hace gestos animosos. Me pongo de pie, le entrego mi bebé a Sofía y me acerco sutilmente hacía Janet. Tomo el vestido y me voy directo a los vestidores. En veinte minutos salgo de allí y doy una pequeña vuelta sobre mi misma.
—¿Y qué tal? —Pregunto en busca de una respuesta rápida, Prince fue el primero en opinar haciendo gestos de alegría mientras palmeaba animado con sus manitas. Sonrío y Janet se ríe ante el gesto del pequeño.
—Mira Prince, que mamá más guapa —Le hace mimos mientras se vuelve a mi y como jurada, es la segunda en opinar— Te queda de maravilla, aunque... ¿Quieres probarte algo más?
—No sé, este me gustó —Analizo rápidamente el vestido mientras le doy un leve roce y miro a Katherine en busca de otra posible opinión.
Katherine asiente y Sofía aplaude emocionada, pero no me convence mucho, así que buscamos otro de textura lisa y vuelvo al probador, en menos de veinte minutos regreso... Así se nos fue media tarde hasta que por fin conseguimos el vestido perfecto. Éste es de un escote en forma de corazón y de falda larga con un estilo plisado; color beige y unos cuantos brillos. Amé con locura ese vestido. Así que en definitiva, lo compré.
-***-
Ya por la tarde quedé en estar un rato con Michael en el despacho mientras escuchamos un poco de música. Últimamente la salud de Michael ha estado fallando un poco, constantemente le dan dolores de cabeza y muchos mareos. Siempre le digo que deje su trabajo a un lado y descanse más pero él es un necio llevado de su parecer y pues para pelear se necesitan dos y no quisiera estar en discordias con él por cuestiones de su trabajo, así que lo dejo, pero tampoco bajo la guardia. Mientras estamos allí haciéndonos compañía uno al otro, termina con su pendiente, cierra el portafolio y me mira.
—María —Murmura y yo desvío mi vista del libro hacía él.
—Oh, ¿Ya has acabado? —Pregunto mientras dejo a un lado el libro que tengo en manos, me pongo de pie, me acerco a él y me siento sobre su regazo. Él asiente y me da un beso a la vez que enredo mis dedos en su cabello.
—¿Qué quieres que hagamos ahora? —Pongo mi dedo índice cerca de la comisura de mi labio y finjo pensar, me vuelvo a él y le sonrío.
—Ya con tu presencia es más que suficiente.
Me inclino lentamente mientras tomo su rostro entre mis manos y empiezo a besarlo apasionadamente, él me agarra de la cintura y me apega más a él, en ese momento está sonando una de mis canciones favoritas Dreaming Of You de Selena Quintanilla. Poco a poco él baja por mi mentón y mi cuello dejando pequeños besos, yo ladeo un poco mi cabeza para que él tenga un poco más de acceso, continuamente baja por mi hombro y murmura unas palabras.
—No sabes cuanto te amo, cuanto te ahnelo... eres el amor de mi vida.
Siento un huelco en mi estómago y me emociono, sus palabras cariñosas cada vez hacen enamorarme más de él. Me acurruco más y busco su boca para besarlo. Lo beso y luego lo miro. Nos conectamos por unos segundos y dentro de mi, quisiera que este momento se detuviera para siempre, me coloco a horcajadas sobre él y poso mis manos sobre la solapa de su chaqueta mientras bajo lentamente por sus hombros; puedo notar que están levemente marcados. ¡Dios, como me encanta este hombre! Meto mis manos dentro de su chaqueta y empiezo a acariciar su pecho y por últimas, le saco la chaqueta dejándola en el suelo. Él hace a un lado mi cabello y empieza a dar más y más besos sobre mi cuello y mi hombro. Nuestras respiraciones están levemente alteradas, comienzo mi juego de manos y con mis dedos desabrocho cada uno de los botones de su camisa. Un toque de puerta interrumpe nuestro momento romántico, suspiro pesadamente y rodeo lo ojos, Michael ríe ante mi gesto, toma mis manos y la posa sobre mi regazo; él comienza a abrochar nuevamente su camisa, me baja de encima de él y seguido de esto, se pone de pie al lado mío.
—Te salvó la campana —Murmura cerca de mi oído mientras entrelaza su mano con la mía. Yo me estremezco y le beso la mejilla.
—¿No será que te salvó a ti? —Lo miro divertida y seguido de esto, me río.
Michael me mira tiernamente y deposita un beso sobre la coronilla de mi cabeza, finalmente habla y pregunta, qué pasa. Celeste pasa con cortesía y anuncia que la cena está lista y Michael asiente y dice que en unos minutos estamos en la mesa junto a nuestro pequeño. Celeste da media vuelta, cierra la puerta y se retira. Michael agarra la chaqueta, se la pone de vuelta, me toma de la mano y salimos finalmente del despacho.
Cuando estamos en el comedor nos encontramos en compañía de Sofía y Janet, Michael saluda euforicamente, luego posa su vista al pequeño y con emoción lo alza en sus brazos y lo carga mientras le da pequeños besos en sus mejillas. Yo estoy a su lado contemplando aquella escena, se ven tan preciosos. ¡Los amo! Son mis hombres perfectos, los amores de mi vida. Toco suavemente el brazo de Michael para que deje el bebé en su silla y nos sentamos finalmente. Comenzamos a degustar la rica comida que nos prepararon y platicamos un poco. Cada quién habla de su día y nos desatrasamos de todo. Una vez finalizada la cena, me levanto de la mesa con Prince en manos y me voy a hacerlo dormir. Me despido de Michael con un dulce beso en los labios y de mis amigas con corto abrazo.
¡Chiiiicas! por fin vine con nuevo capítulo, espero que les guste muchísimo, saben que las quiero mucho. No, las adoro demasiado. Espero sus comentarios y sus votaciones, de ante mano, disculpen la demora... ¡Por cierto! quiero pedirles un favor enorme, si no es muchísima molestía :3 Podrían ver este vídeo... aquí les dejaré el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=j56AYsSGBEM (Gracias por ver el vídeo <3)
Gracias por todo su apoyo, ya son 19.000 lecturas y estoy muy emocionada por eso. No sé como pagarles tanto amor y cariño de parte de ustedes. L.O.V.E
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Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019
Romansa"No podía verlo, me daba ira máxima, con sólo sentir su presencia". Lo que ella no caía en cuenta, es que del odio al amor, sólo hay un paso. María, la criada mas joven de la mansión Neverland, donde actualmente vive Michael Jackson, el famoso c...