-... ¿Cuándo dices que debiste haber recogido el correo, Oowada?- Kiyotaka preguntó, y si no estaba usando el primer nombre o ese apodo "Kyoudai" que sonaba demasiado raro para los recién casados significaba que era algo en verdad serio.
- ¿Eh? - Mondo volteó hacia él mientras llevaba un trago de su té enlatado hacia sus labios, su ahora esposo estaba sujetando una carta que recién acababa de abrir y mientras no alejaba los ojos de esta parecía que incluso estaba temblando un poco - ¿Por qué?--...Kiyoshi... - con ese labio que ligeramente temblaba Kiyotaka respondió, haciendo que la confusión en el rostro del más alto fuera todavía más -...Kiyoshi estará aquí durante un par de semanas... -
Y todo se quedó en silencio con esas simples palabras, ambos jóvenes intentando comprender qué era lo que estaba pasando o qué tan seria era la situación.
-¿Kiyoshi? ¿Tu hermano menor?- Oowada preguntó, todavía intentando comprender algo a lo que no se le debía dar tantas vueltas, él ya había conocido al adolescente cuando en realidad era sólo un niño, hacía un par de años cuando empezaba a salir con Kiyotaka y aunque no quería había tenido que conocer a sus padres, viendo también en esta ocasión a este niño hiperactivo de cabello blanco como la nieve y una apariencia tremendamente similar a la del de cabello negro... Eran hermanos después de todo... Algo de lógica debía de haber en todo eso.
-... Sí... - como una respuesta que sonaba demasiado vacía para aquel perturbado Ishimaru fue lo único que dijo, pasando saliva antes de que Mondo ya se preocupara por él, dejando la lata encima de un mueble para caminar hasta él y sin previo aviso tomar la carta de sus rígidas y temblorosas manos, comenzando a leer esta sin poder evitar el sentirse un poco culpable...El actual carpintero leyó una y otra vez las palabras intentando comprender lo que ya era bastante claro, al parecer era una carta redactada por la madre de Kiyotaka bajo la petición de su esposo Takaaki, quienes decían a su hijo que estaban pasando por un par de problemas matrimoniales, por lo cual (y parecía le suplicaban, cabía recalcar) encargarían el cuidado de su segundo hijo; el más joven a esta pareja mientras lograban solucionar lo que les ocurría...
¿Y por qué Mondo se sentía culpable de algo como tal? ... Eso era algo simple de explicar... Se suponía que debía haber recogido la correspondencia desde hacía una semana, si lo hubiera hecho así al menos ambos hubieran tenido un tiempo para pasar el "trago amargo"... Pero no... Había tardado tanto y el problema actual era que en realidad en la carta decían el muchacho estaría en su casa el viernes de la siguiente semana...
... Lo que básicamente era ese viernes...-Kiyo... - bajando la carta el de cabello bicolor miró hacia el contrario, quien aún en ese momento parecía bastante nervioso con todo lo que estaba pasando -Estará bien, ¿Seh? ... Cálmate... -
Ishimaru tragó saliva, era temprano por la mañana y pronto tendría que irse a la universidad mientras que Mondo tendría que ir a su taller, suerte que sus clases iniciaban más tarde por esos días y aún seguía en casa, pues si no se hubiera enterado de esta noticia todavía más tarde de lo que de por sí lo había hecho.
-... Él estará aquí pronto... - con un escalofrío que le recorrió desde la espalda hasta los tobillos declaró, cerrando sus ojos con fuerza en su esfuerzo de calmarse (o el intento de este). Siempre había mostrado tener convicción entre otras cosas, siempre había demostrado tener una fuerza mayor y menos convaleciente que la de los demás... Y tomando en cuenta esto ese era el momento de demostrar todas esas habilidades, aunque no lo quería vaya que lo necesitaba.Apretó sus dientes para luego caminar hasta Mondo con esa seguridad que tantas veces le había caracterizado en el pasado, tomando su rostro entre sus manos y bajándole un poco para así atraerle hacia él, esto a causa de su diferencia de estaturas, entonces, ya teniéndolo así y sin dudar ni un segundo depositó un beso en sus labios, tomando por sorpresa al más alto que enseguida se sonrojó, y, además, provocando que apenas pudiera corresponder.
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¡Ishida-chan Está En Casa!
FanfictionResumen: La vida de los recién casados Mondo Oowada y Kiyotaka Ishimaru prometía ir de lo más común para el universitario y el carpintero... Al menos eso hasta que se les informó que por un par de semanas debían cuidar al hermano adolescente d...