Capítulo 8

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Luke pov

Recuerdan que les dije, " No sé como llegamos a esto..." Bueno, ahora es cuando ésta frase toma sentido, después de esa plática con Buttets me senté en el sillón a leer todos los libros que podía, pero llegó un punto en el que no recuerdo nada.

- ¿Sigue respirando, no? -

-Deberíamos despertarlo-

-¡¿En serio se leyó todos esos libros?!-

-Luke- alguien susurró cerca de mi cara, finalmente me digné a abrir mis ojos, encontrándome la cara de Shi a centímetros de la mía.

-¿Que hacen todos despiertos? Creo que acaba de salir el sol...- estaba cansado, pero quería seguir leyendo, así que agarré el libro más próximo a mí y continué disfrutando.

-Ya, para, debemos divertirnos. A Cartman se le ocurrió algo y no se esperó a que fuera una hora normal para hacerlo- dijo Stan, no era el único que se veía cansado.

-Bien, salgamos al bosque, les explicaré que debemos hacer allí- habló Cartman, lo seguimos hasta llegar a una parte tranquila del bosque, todos llevábamos pijama, estábamos medio dormidos -Bien, estas son las reglas. Jugaremos a las escondidas-

- ¡Tu madre, Cartman! No me desperté para esto. Me voy - gritó Kyle, se iba a ir pero Stan lo detuvo.

-Bien, pero hay un cambio de reglas, yo seré el que cuente, y si lo encuentro me tendrá que besar el culo o golpear a Kyle y gritar "los judíos son una mierda"- habló Cartman, recibiendo un golpe del pelirrojo.

-¡¿Pero que te pasa, animal?!- gritó nuevamente Kyle -¡ Yo me iré a dormir otra vez!-

-No, espera -Shi agarró a Kyle de la manga -es jugar a esto o morir del aburrimiento, y yo no quiero morir -empezó a llorar, puede que sus lágrimas fueran falsas pero algo en mí se conmovió al ver esa escena.

Después de ese falso llorar decidimos empezar el dichoso juego, y, cuando Cartman empezó a contar, todos salimos corriendo. Tenía un plan, rodearía a todos para escapar a la cabaña y seguir leyendo, pero llegó un momento en el que todos los árboles eran iguales, arbustos, rocas, absolutamente todo era igual. Eso significa una cosa...

Me perdí.

Llevaba horas caminando en círculos, estaba algo cansado, me picaban partes que no sabía que podían picar. Finalmente me senté, apoyándome en un árbol -Que excelente viaje -dije con sarcasmo. Iba a continuar quejándome hasta que un extraño ruido hizo que me pusiera alerta, el sonido se escuchaba cada vez más cerca, tomé una rama que estaba junto a mí, y con sumo cuidado me dirigí hacia el sonido. Era algo que estaba detrás de unos arbustos, me puse en posición de pelea, ¿y si era un oso? ¿o un demonio? o peor ¿mi madre enfadada? me seguí acercando con sigilo hasta que algo salto sobre mí. Era peludo y caliente.

-Una ardilla...- susurré, quitándomela de encima, dejé que siguiera su camino, pero el sonido no cesó, volvió a sonar, pero esta vez fue más fuerte. Tomé nuevamente el palo, esta vez estaba más nervioso, iba a quitar unas hojas para ver que es lo que producía el sonido. Hasta que un pequeño estornudo me detuvo.

-¿el arbusto estornudó?- susurré, quité las hojas encontrándome a Butters un tanto sonrojado. -¡¿Butters?!-

-H-hola, Luke...- se levantó del escondite, limpiándose su pantalón se acercó a mí.

-¿Que haces aquí?- le pregunté, ayudándole a sacudirse.

-Bueno, yo... te seguí- susurró lo último, pero al percatarse de que yo lo había escuchado se puso aún más rojo y empezó a tartamudear -Y-yo, me refiero a que yo, bueno, yo, quiero decir que... te vi y como yo también me perdí y yo... no quería estar solo-

Sonreí por su expresión, era un pequeño tomate nervioso- Descuida, no hay de que ponerse nervioso, de alguna manera me siento un poco más tranquilo cuando estás a mi lado- dije, acariciando su cabeza. Debo aceptarlo, es el más normal del grupo, si me perdiera con otra persona posiblemente no terminaría vivo.

-¿En serio? - miró hacia abajo y empezó a frotar sus nudillos, tanto que empezaron a ponerse rojos.

-Si, vamos, debemos encontrar a los demás- Empecé a caminar en busca de un refugio. Sin embargo, ninguno hablaba, era un silencio total, lo único que se escuchaba eran los grillos y los árboles que se movían por el frío viento.

-Oye...- dije, intentando cortar el silencio -No me dijiste quien te gustaba-

- ¡Eh!- se sobresaltó por lo anterior dicho -Bueno, yo... salchichas...- respondió.

-Oh, vamos ¿Ella es linda?- pregunté.

-Es guapo...- al escuchar eso paré de repente, eso significa que...

-O sea que... es hombre- no pude aguantar más, sonreí de la emoción, era mi primer amigo gay.

-No se lo digas a nadie, ni siquiera mis padres lo saben. Además, si Cartman se enterase haría mi vida imposible- lo abracé de inmediato y empecé a dar vueltas mientras gritaba de emoción.

-¿Y me dirás quien es el afortunado, verdad? - dejé de abrazarlo, ahora lo estaba sacudiéndolo de un lado a otro. 

-Algún día, pero no hoy- respondió

-¡¿Por qué?! -

-Porque él aun no está preparado para escucharlo-

Se fue caminando tranquilamente, me quedé con la duda de quien podría ser, espero que esa persona esté lista cuanto antes, quiero saber quien es...

The lost twins (South park y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora