Sesshomaru estaba a prontas de cumplir 18 años. Aún estaba en la escuela y su mayor deseo era por fin tener su primera experiencia sexual y con quién mejor que con su profesora de historia, Kagome.
Cada vez que la vía en clases, su miembro comenzaba a palpitar y a erectarse lentamente. No podía poner atención en la materia, sino que siempre observaba como loco aquellas largas piernas que solo se cubrían con una falda cortita y esos grandes senos que eran sujetados con un brasier muy diminuto, ¿cómo lo sabía? Pues su profesora casi siempre usaba blusas semi transparentes.
Cada vez que ella recorría la sala, sus pechos se movían al compás dejando aún más loco de deseo a Sesshomaru, por lo que siempre se iba al final de la sala para tocarse y disfrutar mientras pensaba en cómo sería hacérselo a su maestra.
Kagome hablaba y hablaba moviendo sus manos de arriba abajo, y Sesshomaru no para de tocarse y de masajear su endurecido miembro siempre pensando en ella. Estaba tan caliente y ardiente de deseo que al momento en que a la profesora se le cae el lápiz y se agacha para recogerlo, Sesshomaru logra percibir su pantaleta color morado y cómo éste se le metía más y más en su gran trasero. Se imaginó todo lo que podía hacer con ese trasero. Tenía unas ganas enormes de tocarlo. Pensó en cómo sería poder penetrarla... y con eso en mente logró liberarse de la tensión.
Unos días pasaron y llegó el famoso examen final y por supuesto era una prueba oral por lo que Sesshomaru se encontraba muy nervioso pues debía de quedarse a solas con su profesora.
Kagome sacó a todos los estudiantes del aula y a quien primero hizo pasar fue al hermoso, sexy y juguetón Sesshomaru. Éste se pone frente al pizarrón y ella se sentó sobre la mesa, enfrente de él, dejando mostrar un escote muy grande, además de un muslo perfecto pues cruzó las piernas.
Mientras ella le explicaba el procedimiento de la evaluación, el peliplata estaba embobado mirando los pechos que se movían incesantemente e hizo que su miembro se pusiera muy duro y se excitó de tal manera que no le salían las palabras.
Kagome se dio cuenta de la situación y sonrió de lado. Se acercó lentamente a él subiéndose de a poco la falda. Además se pasaba la lengua por sus labios de manera muy sexy. Llegó a estar a centímetros del rostro de Sesshomaru y sin ningún aviso previo apretó fuertemente el bulto que sobresalía del pantalón de su estudiante. Éste se sobresaltó pero Kagome siguió tocándolo y masajeándolo haciendo que el joven gimiera.
-Siempre supe que me tenías esas ganas y ¿sabes?, hoy en la noche te las quitaré - le susurró muy cerca del oído haciendo que su erección creciera aún más - Iré a tu casa, espérame y podremos terminar con el examen.
Sesshomaru tragó duro. Jamás creyó que aquello podría hacerse realidad.
Llegó la noche y el joven estaba nervioso, pero respiraba con cierto alivio ya que nadie se encontraba en casa a esa hora. Kagome llega y no se hace de esperar así que rápidamente lo deja sentado en el sillón.
-Sé que no has estado con una mujer - le dice mientras lame su oreja de manera sensual - Te daré la mejor experiencia que puedas tener.
Sin ningún preámbulo, Kagome abre el cierre del pantalón del peliplata y saca su miembro, sin más comienza a pasarle su lengua sin dejar ningún espacio libre, lo hace de arriba abajo y en forma circular.
Sesshomaru no podía creerlo, ahí se encontraba Kagome, su profesora, arrodillada frente a él y haciéndole un sexo oral increíble.
La azabache no dejaba por ningún motivo de lamerle el miembro, que ya se encontraba duro como roca. Se lo introdujo a su boca y comenzó a sacarlo lento y tortuosamente, lamiéndole con ganas la punta de éste. Kagome sentía tal placer que gimió con mucha fuerza y Sesshomaru no se quedaba atrás, emitía rugidos muy placenteros. Se sentía en el cielo.
El joven no salía de su impresión y se quedó más atónito cuando Kagome se sacó la blusa y dejó sus pechos al descubierto.
-Lámelos - más que una súplica fue una orden y Sesshomaru era muy obediente así que no la dejó esperar y comió de esos pechos con desesperación. Era todo tan excitante para él que no parecía que fuera un inexperto.
Sesshomaru tomó su miembro entre sus manos y los posicionó entre los grandes pechos de Kagome y se masturbó con ellos. Ambos gemían de placer, estaban extasiados, sus cuerpos se correspondieron perfectamente.
Kagome poco a poco fue sacándose la falta y se subió encima de Sesshomaru y éste sin pensarlo la penetró con todas sus fuerzas y ganas. Ella gritó de dolor y placer a la vez. La azabache se comenzó a mover de arriba abajo.
-Eres delicioso Sesshh... ah ... ah, eres el mejor.
Eso hizo que el joven se volviera más loco de lo que ya estaba, así que la tiró en el sillón y la puso apoyada en sus codos y rodillas, haciendo que su trasero se elevara; la penetró y penetró con todas sus ganas. Ella gemía y no paraba de decir lo maravilloso que la estaba pasando.
-Eres...ah... más... hom... bre... que cual... quiera.
Ambos gritaron cuando llegaron al orgasmo, una corriente eléctrica les recorrió toda la espina dorsal. Estaba agitados, sudando pero satisfechos. Sesshomaru aún seguía dentro de su profesora. Éste no podía creerlo, había logrado realizar su máxima fantasía sexual. Kagome ahora era suya, únicamente suya.
Kagome se levantó del sillón y le susurró al oído - Sígueme - y así lo hizo.
Llegaron a la terraza y se subió en la mesa abriendo sus piernas. Sesshomaru entendió el plan de su profesora y le tocó a él arrodillarse.
Lentamente comenzó a pasarle su suave lengua por su intimidad e hizo que ella se excitara al instante dejándola muy mojada. Prosiguió con su clítoris provocando un gemido instantáneo de parte de Kagome.
-Sesshomaru no pares... ah - ella estaba totalmente aturdida de placer.
Con los gemidos que emitía la mujer, el miembro del joven peliplata se erectó y cada vez que pasaba su lengua por la intimidad de ella, más duro se volvía él. Éste se fue a sentar a una silla y ella se levantó de la mesa y caminó sensualmente hacia él.
Kagome se sentó dándole la espalda. Aquel miembro entró en ella con placer, se encontraban ambos tan calientes que sus cuerpos parecían que se derretían con cada embestida que se daban. Ambos gemían sin más, sin importar que alguien más escuchara.
La profesora se tocaba los pechos y Sesshomaru quiso ayudarla. Esos senos eran perfectos, deliciosos, y despedían una fragancia única. Esta vez Kagome alcanzó el clímax primero dando un gran grito de satisfacción, en realidad nadie la había hecho sentir tan mujer.
Salió rápidamente de él y se arrodilló. Le volvió a practicar sexo oral. No deseaba sacárselo de la boca, sabía delicioso y ver las expresiones que Sesshomaru le mostraba, la hacían seguir con muchas más ganas.
Sesshomaru ya no aguantaba más y sin aviso expulsó su esencia en la boca de Kagome. La expresión de satisfacción no cabía en su rostro. Cuando decidió abrir los ojos, observó a Kagome ya vestida.
-Fue increíble, deberíamos repetir otro día – dijo ella de forma muy pícara.
Estaban a punto de besarse cuando un ruido muy fuerte sobresaltó al peliplata. Abrió nuevamente los ojos y se percató de algo terrible
-¡Maldición! - todo había sido un delicioso yexcitante sueño
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¿Qué pasó?
FanfictionOne Shot HOT de la pareja Sesshomaru x Kagome. Historia con contenido sexual. Los personajes no me pertenecen sino que son propiedad de Rumiko-sensei. La historia es creación mía. Se prohibe su copia en cualquier plataforma sin mi permiso. Portada c...