Doblando a Cupido

228 4 0
                                    


Yo que siempre fui hueso duro de roer, esa piedra dura y ese mármol frío, me derretía como si el cuerpo y el alma humana pudieran cambiar de estado sólido a líquido. Por primera vez en mi vida temblaba y no era de frío, era de miedo. Supongo que todos tenemos nuestro talón de Aquiles aunque sea en lo más profundo del corazón. A falta de flechas me clavó la mirada como si pudiera atravesarme y os aseguro que lo hizo, me atravesó todo el pecho y no estoy segura de si me dio en el corazón o en los pulmones, o eso, o se me olvidó hasta como respirar.

Qué curioso que alguien que hace más la guerra que el amor en la cama, le quitara el trabajo a Cupido por esa noche. 

Empezando por ti y acabando por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora