Entré y mi corazón se aceleró.
Todas las imágenes de la muerte Max me provocaba mareos constantes en la cabeza.
Un mareo más fuerte me hizo caer en el sofá.
sentía que me estaba debilitando. Si algo me pasaba alguien debía saberlo. Al recordar que Dante seguía afuera decidí salir, él era mi única opción a pesar de que aun no me gustaba su presencia.— Dante... — salí asustada llamándolo.
— niña, ¡no!
El líder de los lycans me tomó por sorpresa tapándome la boca con mucha fuerza. No pude forcejear porque mi debilidad no me lo permitía.
— eres un traidor, Dante — El líder estaba realmente enojado.
— hice lo que siempre nos enseñaste — Pronunció mientras se acercaba lentamente.
— tú decidiste venir con estas personas que ni si quiera te quieren cerca — Por un momento pensé que Dante cedería y volvería con él, porque jugaba muy bien con su mente.
— no me importa si me quieren o no, yo solo estoy cumpliendo una promesa.
— ¿qué dices, hijo mío? — ¿Hijo?, Dante era hijo del líder. Perfecto, peor aún.
Las lágrimas me nublaban la vista mientras trataba con mis ultimas fuerza zafarme de su agarre.
— suéltala, padre — paró de caminar y bajó la cabeza con tono suave.
Jamás lo había visto así...el Dante que yo conocí había desaparecido.
— ven conmigo, hijo y los dejaré en paz — trató convencerlo.
— debo quedarme, aunque no quiera.
— ¿es tu última palabra?
— sí, padre. Ahora vete.
— me iré, pero antes tendré que hacer lo que debí haber hecho cuando decidiste traicionarnos.
— ¿qué harás, padre? — levantó la cabeza con un tono confundido por lo mencionado.
Me lanzó con fuerza sobre el sofá ya que la puerta estaba abierta. Mi primer movimiento fue sobarme la mandíbula ya que me dolía por lo fuerte del agarre.
Cuando me di cuenta el líder ya lo tenía a Dante como cuando asesinaron a Max.
— ¡Dante! ¡No! — logré sacar fuerzas para gritar.
— ¡huye, niña! — dijo casi sin aire. todo estaba volviendo a pasar.
No quería revivir ese trágico momento.
— ¡suéltalo! — lancé la silla en la cabeza del líder.
Este se desequilibró un poco dejando la oportunidad a Dante, que pudo zafarse de sus garras. Corrí hacia él apenas hubo oportunidad.
— ¡Dante! — lo tomé por los brazos y ayudé a que se levantara.
— vete, padre — tenso la mandíbula, él estaba dispuesto a no dejarse atrapar otra vez.
— me iré, pero esto no ha acabado — sonrió y solo quedó el polvo de su presencia.
— entra, niña — estaba herido.
Entramos y lo recosté en el sofá.
— ¿estás bien, Dante? — la preocupación me salía por los poros.
— sí...niña — hizo una mueca sobándose el cuello.
— ¿qué te sucedió, idiota?, ¿cómo te atreves a asustarme así? — musité recordando que a pesar de tener un sentimiento negativo hacia él podía preocuparme.
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ENTRE DOS MUNDOS ©
VampireVilu jamás imaginaria que en su corazón hubiera tanta confusión, puesto que sin querer dos hermanos pelearían por su amor, uno queriendo destruir su vida a causa de una antigua venganza... y otro por protegerla. Al final los dos terminarían enamorad...