Capítulo 2: Reto o Verdad

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Ha pasado media hora de la discusión entre Susana y Elisabeta, pero como ya era tiempo para la quimioterapia el ángel y el demonio decidieron partirse de la compañía de la joven. Ya que ella le pidió que cuando ella este recibiendo la terapia que ellos se fueran, pues ella no quiere que la vean más débil y vencida de lo normal.

Pues así es que empieza la rutina diaria del ángel guardián. Primero, él camina por el hospital, mayormente por el área de parto y de los recién nacidos; algunas veces va al área de los envejeciente y escucha sus historias. Después va al jardín trasero y ve a los niños jugar. Eventualmente, vuelve al área de los pacientes de cáncer para estar con Elisabeta. Pero al entrar al jardín su rutina fue interrumpida por una joven que parecía de unos diecisiete años, pero en este mundo no todo es lo que parece.

"Reto o Verdad." dijo la joven con una sonrisa en sus labios.

"¿Qué?" dijo Isael al escuchar eso, no por la pregunta dicha, sino, por la persona que lo dijo. Esa joven con la cara pálida, con el cabello oscuro como la noche, y ojos de color metálico gris parecido al blanco de las nubes, los ojos de un muerto. Esta joven no era humana, ella era uno de los sirvientes de Azrael, del ángel de la muerte.

"¿Reto o verdad?" repitió la joven con un tono más serio.

"Verdad." respondió el ángel preocupado.

"¿Por qué no te has despachado del demonio?"

"Porque él no presenta un peligro a los humanos cerca de él. ¿Reto o verdad?"

"Verdad."

"¿Por qué estás aquí?"

"¿Qué tú crees?" dijo la joven como si la respuesta era obvia çEstoy aquí para recuperar almas. ¿Reto o verdad?"

"Verdad."

"Hay rumores que estas a punto de subir de rango, que vas a ser un guerrero celestial; ¿es eso verdad?"

"Sí; los rumores son verdaderos, pero primero debo probarme a mismo y a Padre que puedo hacer los sacrificios y las decisiones necesarias para el bien de la humanidad. ¿Reto o verdad?"

"Reto."

"Contéstame con la pura verdad. ¿Por qué estas verdaderamente aquí?" pregunto el ángel con toda seriedad.

"Ya yo te conteste esa pregunta, Isael."

- Por favor Amanda, tú has venido anteriormente a este hospital cuando yo he estado aquí, y tú nunca te has presentado frente a mí.

- Isael, por favor.

- Amanda por favor, por nuestra amistad deja de juegos y dime la verdad.- dijo el ángel de forma mandatoria.

"Está bien, te diré la verdad." dijo vencida "Vine para recuperar el alma de tu amiga, Elisabeta; le queda poco tiempo de vida."

"¿Cuánto tiempo le queda?"

"Le queda nueve a diez horas de vida, máximo."

"¿Cómo puedo salvarla?"

"No hay forma de salvarla, el cáncer está demasiado avanzado, ya ella no tiene fuerzas para seguir viviendo así; la tienes que dejar ir."

"¡No, nunca la dejaré ir especialmente así, como ella está ahora!" dijo el ángel soltando una lágrima, lo cual es extraño pues los ángeles no lloran. Esto confundió a Amanda, ¿cuánto control tiene Elisabeta sobre el ángel? "Debe haber una forma, cualquiera, no importa cual; yo no dejaré que ella muera así."

"Bueno, hay una forma para salvarla, pero no será fácil."

"Dime. ¿Cuál?"

'Debes convertirte en un guerrero celestial, antes que tu amiga muera para que puedas curarle el cáncer."

"¿Cómo puedo lograr eso? Que yo tenga conocimiento, ningún ángel a logrado convertirse en un guerrero así de rápido. Algunos tardan cientos de años yo no tengo tanto tiempo."

"El tiempo no es lo importante, lo importante es lo que tú logres durante ese tiempo."

"No entiendo."

"Tienes que probarle, como me has mencionado anteriormente, a tu Padre que puedes hacer lo posible e imposible para lograr lo que te propones y lo que Él te ordena."

"Pero, ¿qué es lo que debo hacer para probarle a mi Padre lo que me has dicho?"

"Por ejemplo, despachar el demonio que tienes de amigo y mándalo al infierno donde pertenece."

Las Melodias del Pasado: Las voces del amanecerWhere stories live. Discover now