Don't say goodbye again

Non ti lascerò mai

Capitulo 6:

Sentí que alguien me movía ligeramente, pero cada vez usaba mas y mas fuerza, hasta que abrí los ojos. Era Myungsoo.

—Son casi la dos de la tarde. ¿Piensas dormir todo el día?

Cerré mis ojos y los volví a abrir, mientras trataba de adaptarme a la luz del sol que entraba por las ventanas. Y solo entonces sentí como mi cabeza comenzaba a doler.

—Demonios...

—Si, te lo mereces. Después de haber tomado de esa manera, lo mínimo que puedes tener es resaca.

—Lo siento.

—¿Que esta pasando Kai?

¿Que pasaba? La extraño. Me respondí mentalmente. Quiero volver a tenerla entre mis brazos. Pensé.

—No es nada. Es solo que estoy algo estresado.

—¿Quieres que te diga la verdad? No te creo. Pero haré como si te creyese. Levántate. Tenemos que ir al centro de Venecia a hacer algunas fotos.

Simplemente asentí y me puse de pie para caminar hacia el baño y ducharme, pues era la única manera en que me quitaría la resaca.

Una vez que el agua se deslizaba por mi piel, me sentí relajado. Pero sabía que nada me haría sentir mejor que besar y tocar la suave piel de Anna.

Pensé que el viaje a Venecia me ayudaría a olvidarla, pero por alguna extraña razón, estaba sucediendo todo lo contrario. Cada vez sentía que la necesitaba mas y mas. Cada vez la deseaba mas y mas. Cada vez la extrañaba mas y mas.

Terminé de ducharme y me vestí rápidamente pues no lo había notado, pero me había demorado bastante en la ducha.

Myungsoo ya me esperaba en la puerta del hotel, por lo que salimos inmediatamente.

—Deberías desayunar o al menos almorzar. Yo ya hice ambas cosas.

—Esta bien. No tengo hambre. Tal vez mas tarde.

Casi al instante comencé a tomar fotos a todo lo que me parecía interesante en ese momento. Los negocios, los niños jugando, las personas riendo y... las parejas compartiendo abrazos, caricias, besos....

No pude evitar imaginarme en ese mismo lugar, pero junto a Anna.

—¡Kai! Hace como cinco minutos que estoy hablándote.

—Ah, si, lo siento. ¿Que sucede?

—Te decía que tal vez podrías ir por esa parte.-señaló un lugar lejano-. Parece un buen lugar para tomar fotos.

—Creo que tienes razón. Bien. Entonces espera aquí.

Me alejé de donde se encontraba Myungsoo y caminé hacia una plaza algo escondida. Comencé a hacer algunas tomas, pero entonces, sin querer escuché a una pareja hablar.

—Lo sai che ti amo, vero?

—Non più di quanto ti amo io.-la besa-. Sei la cosa più meravigliosa che mi sia mai capitata. Prometto che ti proteggerò sempre, e giuro che non ti lascerò mai.

Conocía el italiano, y esas promesas se me hacían tan conocidas. Por unos segundos regresé en el tiempo y recordé todas las promesas que le había hecho. Todas las promesas que me encargué de romper. Entonces deseé con todas mis fuerzas poder regresar el tiempo, el tiempo en el que estuve con ella.

Tomé una última foto y luego decidí regresar hacia donde se encontraba Myungsoo.

Cuando logré divisarlo, lo vi algo extraño. Su humor estaba diferente.