Me acababa de despertar, había estado inconsciente cuatro semanas, pero eso aun no lo savia, eran las 10 de la mañana cuando una enfermera entro en la habitación seguida de un hombre alto con rostro serio y bien vestido, llevaba con el un maletín de color marrón, cogió una silla y la puso al lado de mi cama, se sentó y dijo con un falso interés;
-como te encuentras Adam?, soy Michael Forch y me gustaría hacerte unas cuantas preguntas.
-sobre qué?, le pregunte, miro hacia su maletín y saco unas fotos.
-sobre esto, me dijo.
Al ver el contenido de la foto, me inundo una extraña sensación de inseguridad, algo dentro de mi me decía que debía salir de ahí. No tarde en reaccionar, salté de la cama y empecé a correr como si me fuera la vida en ello, el hombre del maletín corrió justo detrás de mí, y después me desmaye.
Desperté en la misma habitación del hospital, solo que ahora con correas en las manos y los pies, no me podía mover y eso no ayudaba a calmar mis ansias de huir, todo lo contrario, me convencía aun mas de que tenía que escapar de ese hospital y esconderme en algún sitio seguro.
Era un día más de la semana, y como siempre iba a llegar tarde, suerte que la portera estaba de buenas y al verme llegar esperó antes de cerrar la gran verja verde que dominaba la entrada del instituto, al llegar a clase la profesora de guardia nos informo de que la señorita Medler estaría indispuesta durante toda la semana, y no podríamos hacer su materia debido a la falta de sustituta.
No tenía nada que hacer en clase, así que aproveche para ir al baño, al entrar observe que la ventana estaba abierta, cosa rara, ya que todas las ventanas del instituto están cerradas y solo se pueden abrir con llave, llave que solo tienen los trabajadores del centro, así que supuse que la mujer de la limpieza se la habría dejado abierta y no le di más importancia, pero al bajar la mirada vi un pequeño objeto en el suelo, me acerque para observarlo de cerca, no sabía que era, pero parecía una especie de pendrive transparente con un liquido de color rojizo en su interior, al cogerlo, una luz brillante empezó a parpadear y al cabo de unos segundos surgió una nube de gas que impacto contra mi cara, mi primer movimiento fue lanzar el objeto para alejarlo de mi y después caí hacia atrás golpeando la cabeza contra el suelo del baño.
Me desperté aturdido y con un gran dolor de cabeza, al parecer había estado poco tiempo ahí tirado ya que nadie se había preocupado por mi ausencia, me levante y observe que el pequeño objeto ya no estaba, no podía ser posible, si alguien lo hubiera cogido, porque no me habría ayudado a despertar?, todo esto era muy extraño, no entendía nada, así que me refresque la cara con agua fría, para despejarme y al verme en el espejo vi que estaba sangrando por la nariz ,no era mucho, así que lo achaque al golpe que me había dado al caer al suelo, no tenía ganas de buscar una explicación a lo que me acababa de pasar, necesitaba tiempo para pensar ,así que decidí volver a clase, me senté en mi sitio y decidí dormir un poco para que se me pasara un poco el dolor de cabeza.
Después de eso no recuerdo nada mas, solo despertar en el hospital, aunque al oír hablar a unas enfermeras, sobre un chico que había asesinado a toda su clase y parte de los alumnos en un instituto de Barcelona, mi cabeza fue bombardeada con cantidad de recuerdos, qué no recordaba haber vivido, en ellos veía a mis compañeros descuartizados en clase, muertos, como si un oso pardo hubiera irrumpido en medio de clase después de hibernar en busca de comida y se hubiera despachado con ellos , pero al analizar esos recuerdos y la conversación de las enfermeras una idea rondo mi cabeza, podría ser yo ese chico?, podría haber sido capaz de asesinar a mis compañeros?, acaso lo que me paso en el lavabo aquella mañana tenía algo que ver?, lo único que sabía con certeza era que si había sido yo el responsable de esa matanza, tendría que esconderme y intentar de alguna manera averiguar lo que provoco que yo cometiera tal atrocidad.
