Casi amor

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Entonces me besa.

Al principio no es más que la presión de su boca contra la mía, lo que, sin embargo, es suficiente para que me sienta flotando en una nube y una ola de calidez me inunde.

Es dulce, cuidadoso, especial...

Y termina convirtiéndose en una caricia.

Poco a poco ganamos confianza y nos acercamos más, buscándonos a propósito.

Yo enredo mis manos en su pelo y él se agarra a mi cintura. No dejamos de besarnos y todo lo ajeno a esta habitación nos deja de parecer importante.

No existen otros besos, otras caricias. No hay otro lugar en el que me gustaría estar ahora mismo. No quiero que se separe, quiero quedarme aquí, bebiendo de su boca como si fuera una necesidad, que aumenta con cada segundo que pasa.

Se me pone la piel de gallina cuando nuestras lenguas se entrelazan, confundiéndose entre ellas.

Él se separa cuando los dos estamos a punto de quedarnos sin aire. Jadeo sorprendida, sintiendo como se aleja y abro los ojos, confundida.

"Por favor, no te vayas."

-¿Estás... estás segura? -dice, casi con vergüenza, y yo tengo ganas de echarme a reír.

-Completamente. -me mira un poco inquieto y yo pongo los ojos en blanco. -Está bien.

Lo beso de nuevo, como si de esa manera pudiera demostrárselo, por qué, es verdad, está bien.

Nunca antes había experimentado esto y, si solo con un beso ha conseguido hacerme sentir así, ¿qué no me hará sentir su cuerpo?

-No quiero que te arrepientas de esto... -susurra contra mi boca, pero sus manos ya trepan por mi espalda, al igual que las mías descienden por su pecho.

-No voy a arrepentirme.

Nos volvemos a besar, con más necesidad que antes si cabe. Cuando mis labios tocan su cuello y sus manos se cuelan bajo mi camisa los dos contenemos la respiración.

No hay manera de que llegue a arrepentirme de algo así.

Llega un momento en el que la ropa deja de estorbar y los dos caemos al suelo.

Acaricio su pecho con los dedos, estudiando cada lunar, cada cicatriz, cada imperfección de su perfecta anatomía. Me detengo en el tatuaje que tiene el pecho y en el que no había reparado antes. Quiero preguntarle, pero me sonrojo al ver la forma en la que me mira: como si lo que estamos a punto de hacer fuera más que sexo, como si casi fuera... amor.

Cojo su rostro y los dos cerramos los ojos mientras nos besamos, aferrándonos un poco más al otro.

Nos perdemos. Durante un periodo de tiempo, que desearía que fuera eterno, en el que nos convertimos solo en dos cuerpos que se confunden entre suspiros, sudor y caricias.

..............

Cuando Mikey jadea contra mi cuello, tumbándose a mi lado solo puedo acariciar sus cabellos y cerrar los ojos.

Nos quedamos así, abrazados, respirando, mientras intentamos ralentizar el ritmo agitado de nuestros corazones, durante un buen rato.

..............

Escuchamos el sonido de unos pasos subiendo por las escaleras y siento el cuerpo de Mikey tensarse junto al mío.

Terminamos de vestirnos lo más rápido que podemos justo cuando se abre la puerta.

-Emma, tienes que... -Jack se queda paralizado al pie de las escaleras, pasando la mirada de uno a otro con la incomprensión dibujada en su rostro. Se sonroja de repente, comprendiéndolo, y baja la vista, avergonzado. -Y-yo... L-lo...

-Sentimos interrumpir. -Veo a Rye detrás de él con los brazos cruzados sobre el pecho y la rabia ardiendo en sus grandes ojos oscuros. -Laia y Brook están esperando, tenéis que bajar. Ahora.

Abro la boca para responder, pero la voz parece haber abandonado mi cuerpo al ver la forma en la que me mira.

Como si lo hubiera traicionado.

Como si lo que acaba de pasar entre Mikey y yo no hubiera sido más que un error.

Como si tuviera que disculparme por ello.

Pero no lo hago. Por que no me arrepiento.

No me arrepiento en absoluto.

-¿Qué es tan importante? -pregunta Mikey, batiéndose con Rye en una pelea de miradas.

-Han encontrado anfetaminas en nuestras habitaciones. -responde Jack con un hilo de voz.

-Y tenemos que declarar. -añade Rye. -Es la misma droga que encontraron en el cuerpo de Andy.

Mikey y yo nos miramos un segundo, sin comprender nada. Si supuestamente no fue un asesinato, ¿para qué necesitan nuestro testimonio?

-Madison... -digo, pensando que ella puede habernos inculpado para deshacerse de su "mercancía"

-Han encontrado su alijo. -me informa Rye, sombrío. -Está detenida por la muerte de Andy.

No confíes en mí (Fanfic Road Trip)Where stories live. Discover now