Capítulo único

1.1K 183 13
                                    

Una tranquila tarde transcurría en la ciudad mientras Adrien caminaba por las calles de regreso a su casa. El clima era muy bueno como para perderlo por transportarse en un auto, así que había decidido dar una vuelta él solo.

De repente el ruido de frenos de autos y varios gritos llamaron su atención. Se acercó rápidamente al origen de aquel escándalo tan solo para encontrar un nuevo villano haciendo de las suyas.

-Era un día demasiado perfecto...- dijo para sí mismo.- Muy bien, Plagg, es hora de transform... ¿Plagg?- Su kwami no respondió. ¿Estaría dormido? No le extrañaría. Su pequeño compañero era un perezoso. Abrió su mochila, pero para su sorpresa no se encontraba allí.- Ahora no...- replicó ansioso.

En medio del caos un conductor buscaba huir del peligro, sin darse cuenta que se había salido del camino y estaba a punto de golpear al chico.

Adrien se percató de su inminente peligro demasiado tarde como para esquivarlo. Mas sin previo aviso, un lazo negro se enrolló a su cuerpo y tiró de él lejos del auto.

El joven cayó sentado en el suelo, un poco adolorido por el tirón. Tomó en sus manos la cuerda que le había salvado y sintió un escalofrío al ver que esta estaba unida a un familiar amuleto rojo con manchas negras.

-¿Estás bien?- escuchó preguntar a una voz femenina. Levantó sus ojos para ver a la dueña de aquel amuleto, y de su corazón.

-S-Sí.- dijo mientras tomaba la mano que ella le había ofrecido para incorporarse.- Gracias, mi La... heroína.- se corrigió rápidamente No podía exponerse llevando a cabo los coqueteos de su alter ego de super héroe.

-No hay problema.- rió ella, mas Adrien notó algo. Estaba... ¿nerviosa? No dió mucha importancia a esta idea mientras la veía con ojos soñadores alejarse a salvar el día.

-No eres nada discreto, ¿sabes?- dijo una fastidiosa voz que lo bajó de las nubes.

-¿Plagg? ¿Dónde estabas?- preguntó molesto.

-¿Es que acaso no sabes que a una cuadra de aquí venden algunos de los mejores quesos de París?- exclamó el kwami enseñándole la muestra que llevaba con él.- No iba a perderme esa oportunidad. Me quedé allí cuando pasaste frente a la tienda hace unos minutos.

Adrien giró sus ojos con frustración. ¿Habían tantas personas en el mundo y fue a él a quien le había tocado trabajar con este pequeño escurridizo?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 23, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pequeño escurridizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora