segunda parte 💜

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Sentados frente a frente.

Así estaban Pichit y Seung, el primero recordando "el no vendas tu libertad" por parte de su mejor amigo.

- bueno amigo- dijo Pichit levantándose- me voy. Gracias por el paseo en auto- comentó y antes de irme, un jalón de parte de Seung y en dos minutos el Moreno estaba en piso, al lado de la silla del alfa.

- no irás a ningún lado- exclamó el alfa coreano.- tenemos que hablar- sentenció el alfa inexpresivo.

- bien- dijo el Omega mientras se volvía a sentar su lugar- ¿que te parece esto? Yo me voy, encima sin que ese beta al lado tuyo reciba una bala en la Unión entre su hombro y su cuello, después de que tu recibas una patada en tu pecho, que te haga caer de espaldas permitiendome ponerse sobre ti y quitarte el arma que doble cañón que está, supuestamente, oculto en ti cinturón, debajo del abrigo, del lado... Izquierdo. Después de inmovilizar a el primer beta, el segundo entrará en un shock lo que me permitirá disparar en su pierna, yo te dejaré elegir que lado, luego de inmovilizar a todos los presentes en esta habitación. Voy a salir y cada guardia allí afuera tendrá una bala en la cabeza, hecha por mi o por mi amigo. Eso es exactamente lo que pasará si no me dejas salir ahora- terminó su larga explicación Pichit con una sonrisa.

-¿que te parece esto?- dije el alfa coreano- tu eres mi pareja y te ahorras el esfuerzo en tu pequeño escape- dijo tranquilo.

- no vendere mi libertad- comentó el tailandés cruzando sus brazos.

- no quiero que lo hagas- dijo el Seung- sólo quiero que estés conmigo- dijo mientras estiraba su mano y acariciaba la mejilla, que por el tacto se teñia de un ligero rubor, y luego lo tomo de la barbilla para poder conectar sus miradas- te amo Phichit Chulamont y eres lo más importante de mi vida, por eso quiero que estés a mi lado.

- pero- no pudo terminar por el sonido de unos disparos que provenían de la casita de el frente.

Pichit no supo en que momento se levantó y salió corriendo en dirección a la puerta.

- Yuuri- grito, mientras que el mencionado salía corriendo en dirección a la limusina negra estacionada en la calle.

Ambos omegas se metieron en el mismo vehículo y empezaron a desarmar una parte para tener acceso a los cables.

- ¿qué le hiciste a mi exjefe?- preguntó el Moreno mientras conectaba los cables

- sólo dispare por error- dijo el Omega japonés con un tono inocente.

Cuando el auto arrancó ambos omegas casi salen volando, ¿la razón? Fácil, se olvidaron de cerrar las puertas por la adrenalina del momento.

- ¿a dónde vamos?- preguntó Pichit viendo el paisaje que pasaba a 130 km/h.

- vamos a ver a un amigo de mi padre- una sonrisa altanera se dibujo en los labios del japonés.

- ¿a quién?- preguntó el tailandés.

- a Yakov Felmman- comentó sin despegar su vista del frente- entreno a mi padre cuando tenía 14 años, ese sujeto lo ayudó a ser un mejor líder de los Yakuza, pero todo eso fue antes de que ese bastardo matara a mi familia y tomará el control de la mafia.- su ceño se arrugo considerablemente rápido al mencionar a ese sujeto.

- hablas de...- la cara del tailandés casi fue estampada contra el para brisas gracias a su adorable amigo- ya entendí, no menciones al maldito- decía mientras levantamos la mano derecha como prometiendo algo.

- ¿ahh? No es eso. Ya llegamos- anunció saliendo del auto.

Ambos amigos estaban frente a un edificio de departamentos con las paredes pintadas de un verde musgo bastante llamativo.

Un Encuentro Extraño VictuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora