Everything remains as it never was

13.- Los Juegos: día 8 -Venganza-

Al principio, Yuuri temía que Viktor no lograra interpretar lo que quería decirle.

Que las flechas significaban "peligro" y la chaqueta "frío" era relativamente obvio, pero el encendedor era más subjetivo, aunque Viktor le demostró lo infundadas que fueron sus dudas al demorar poco en comprender el mensaje, si bien se le escapó un "QUÉ ESTÁS HACIENDO" bastante audible y que atrajo la atención de otros asistentes cuando se lanzó sin más a la búsqueda de Lis. Esperaba que planeara algo junto a sus otros aliados en lugar de marcharse por su cuenta. Menos mal Christophe y Georgi decidieron seguirlo, porque de lo contrario hubiera caído directamente en la trampa de Pierre.

-No puedo creer que haya sido tan imprudente-se quejó a Minako, la cual se limitó a escucharlo encogiéndose de hombros-No me imaginé que fuera tan descuidado.

Si había algo que podía rescatar de aquello, era que tuvo la oportunidad de apreciar al verdadero Viktor Nikiforov con todo y sus defectos. Si bien demostró ser valiente, seguro de sí mismo, astuto y lleno de recursos, también probó ser confiado al punto de resultar descuidado, poseedor de una cierta vena manipuladora y no siempre considerar las consecuencias de sus actos.

-Aún así te gusta-le comentó Minako sin ocultar su sonrisa.

Yuuri guardó silencio, su sonrojo evidenciaba a la perfección su respuesta. Finalmente podía admitir que estaba enamorado y aceptaba todas las facetas de Viktor: el temerario y diestro cazador y arquero que alguna vez idealizó, el solitario que buscaba ocultar su fragilidad y su tristeza de todos, y el muchacho de dieciocho años que se comportaba como tal. Pero nada de eso importaba, no cuando la incertidumbre de si Viktor regresaría continuaba latente. Debería enfocarse en mantenerlo con vida, nada más importaba.

Se permitió unos breves momentos de diversión al verlo interactuar con Lis. Jamás se imaginó tras lidiar con numerosas declaraciones de amor en el Distrito 12, la de una pequeña de doce años lo descolocaría por completo.

"Dudo mucho que pedirle que sonría te saque de ese problema" pensó, disimulando una risita mientras Viktor veía nervioso a su alrededor y sus miradas se cruzaron por unos segundos, si bien la alegría se borró al escuchar a los comentaristas y de pronto fue consciente que no era el único atento a la escena. Peor fue que incluso redujeron la sincera y emotiva confesión de Lis a una mera estrategia para intentar confundir a uno de los tributos más fuertes.

"Se equivocan, ella no miente" los rebatió, mordiéndose la lengua para no expresarlo en voz alta "Y no cometió el mismo error que yo..."

Oír a Christophe aconsejarle a Lis que era mejor tomar las oportunidades como se presentaran porque nunca se sabía cuando podía ser la última y no guardarse nada, le caló en los más hondo del alma. Rememoró su despedida de Viktor, pero no tuvo tiempo para recriminarse por su cobardía, puesto que se acercaron algunos reporteros, deseosos de conocer su opinión al respecto.

-La tributo del Distrito cinco posee cualidades que la hacen ser una aliada y rival digna-informó en tono formal lo que esperaban oír, siguiendo un libreto invisible-Viktor tiene toda mi confianza, si quiso ayudarla y mantenerla cerca, no tengo motivos para cuestionarlo, respeto sus decisiones.

Por fuera lucía seguro y determinado, por dentro era una maraña de ansiedad. Pudiera ser que estuvieran a salvo de momento e incluso la alianza se hallara bien integrada, ya que Viktor pudo arreglarse con Georgi y éste a su vez confiaba en los otros sin reservas, a juzgar por su cambio de actitud, pero lo mismo ocurrió el año anterior con él y Minami y todo acabó terriblemente mal. O en realidad, si lo consideraba de manera fría, sólo podía acabar así. Sin mencionar el asunto de la herida de Christophe. Tras pasar años conviviendo con Yuuko y su madre, fue capaz de reconocer los datos de infección que horrorizaron a Lis.