-¿Que vas a hacer qué?
-Si Malú, lo siento... Puede que me esté equivocando y luego me arrepienta... pero voy a irme un tiempo con ella...
-Si Alex, te estás equivocando. ¿Y que va a pasar conmigo? ¿Has pensado que quizás no te espere? - Después de un pequeño silencio siguió- ¿Sabes lo que te digo? Que eres una egoísta. -Gritó. Entonces me quedó aún más claro que lo había fastidiado todo.- No te vas por que tu hermana te lo haya pedido, te vas por que tu quieres, por que quieres huír de aquí. Pero no te pones a pensar en lo que supone para mi que te vayas, o para tu trabajo, o para lo que sea. No, no. Solo piensas en ti y nada más que en ti. Ahora si, si quieres irte vete, haz lo que quieras. Pero eso si, no pienses que voy a esperarte toda la vida. -Entonces se levantó y sin mirarme siquiera se fue. Y en vez de ir tras ella, me quedé allí mirando como se iba. ¿Yo soy gilipollas o que me pasa? Ahora si, nada podía ir peor. La había liado pero bien. ¿Y qué hago ahora? Sabía que ella se había enfadado conmigo y mucho y que, obviamente, no me iba a perdonar de un día para el otro... En resumen, eché a perder todo lo que habíamos conseguido, por un absurdo capricho mío. Mierda.
No sabía que hacer, estaba hundida. Sabía que había sido una completa imbécil, pero ya no podía hacer nada. ¿Me iba o me quedaba? Era tarde, muy tarde y yo ya no sabía a donde ir.
[Un tono...]
-¿Si?
-Anda, que rápido has contestado... ¿Molesto?
-Si...esto... tenía el teléfono en la mano... No mujer ¿cómo vas a molestar tu? Dime ¿ha pasado algo?
-Pues... algo si ha pasado... ¿Podemos vernos?
-Claro. Ven a mi casa.
-De acuerdo, ahora nos vemos.
Colgué el teléfono y me puse a andar. Lo bueno de caminar un rato es que podía reflexionar sobre la tontería que acababa de hacer con Malú. Cualquiera me diría que esas cosas se arreglan con el tiempo, que solo tengo que pedirle perdón y esperar a que me perdone y quizás me dirían que me fuera y le diera tiempo... Pero tiempo era exactamente lo que yo no quería. Por que claro, a ver ¿cuánto tiempo? ¿En medio de ese tiempo ella podrá conocer a otras personas? ¿Y si cuando pase el tiempo ya no me quiere? Tiempo, tiempo. Si. ¿Pero y si por culpa del maldito tiempo la pierdo, qué? Dudas, muchas dudas y una angustia que me hacía no poder conmigo.
Por fin llegué. Llamé al timbre y tardó un poco en abrirme.
-Anda, que rápido has llegado- sonrió- pasa, pasa.- Me abrazó y lo agradecí. Necesitaba un abrazo, solo eso. Un simple abrazo que me tranquilizara un poco. Lo malo de algunos abrazos es que en ellos también liberas lo que sientes, y eso me pasó. En ese abrazo parte de mi angustia se fue en forma de miles de lágrimas que caían por mi mejilla.- A ver Alex, cuéntame lo que ha pasado... ven.- Cogió mi mano y tiró de mi hasta la pequeña terracita que tenía allí. Era cerrada, por lo que no entraba el frío y a la vez por las ventanas contemplábamos unas vistas preciosas. Nos sentamos en dos silloncitos bastante cómodos que tenía allí y sacó una botella de vino.
-No se que hacer Manuel... Lo he fastidiado todo con Malú por mi capricho de irme a California con Sofía... Se ha enfadado mucho. Tanto que yo creo que si la llamo ahora, que me coja y no me grite es un milagro...
-No digas eso Alex... Malú te quiere... Pero tiene razón en haberse enfadado. A ti se te cruzó por la cabeza irte y no pensaste en nadie más que en ti... Yo veo normal que se haya enfadado, pero se que si vas a hablar con ella te escuchará. Pero no te vayas, en serio. Te lo dije y no fue por tontería, si lo haces te vas a arrepentir, de verdad. Tu la quieres, yo lo se. Entonces si te vas ¿podrás soportar que haya rehecho su vida cuando vuelvas? Piénsalo, al menos... yo no puedo obligarte a nada... pero creo que es lo mejor para ti.
-Y tienes razón... Pero es que si ahora voy y no quiere verme ¿que hago?
-¿Pero y si vas y si quiere verte? Es más ¿y si está esperando a que vayas? Mira, lo mejor es que lo intentes, por que por intentarlo no pierdes nada ¿no?
-Ya... Pues voy a hacer eso... Si no quiere verme, más te vale que estés aquí eh- bromee- Y...gracias.-intenté sonreír, pero no me salía.
-Estaré. De nada mujer- sonrió y me abrazó.
Ahora tenía que ir a casa de Malú. Y por el camino iba pensando en todo lo que tenía que decirle. Claro que en cuanto llegara allí las palabras no me saldrían igual de lo que las había pensado, pero al menos tendría algo en mente que decirle. Después de un buen rato andando por fin llegué. Tenía llaves de su casa, así que entré despacito y sin hacer ruido para darle una sorpresa.
No estaba en el salón así que subí a buscarla a la habitación.
Supuse que estaba dormida por que las luces estaban apagadas. Tuve que usar el móvil de linterna para no caerme por las escaleras, pero por fin llegué.
Encendí la luz y le di la sorpresa. O no, más bien la sorpresa me la dio ella a mi.
-Malú... ¿me lo explicas?- Le dije con la voz entrecortada. No sabía si llorar, gritar, salir corriendo o qué.
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THE BIGGEST CHALLENGE OF LIFE IS TO LIVE
Roman d'amourHistoria totalmente ficticia entre Alex, cantautora pendiente de descubrimiento y Malú, famosa cantante española.