Hall Of Fame (Justin Bieber y Tú)

Epílogo: She Don't Like The Lights

No sé cuantas veces estuve viendo el vídeo donde vi a Justin cantar antes de que el escenario se rompiera. Escuché la letra recordando como discutimos sobre la fama una ocasión.

She don't like the flash, wanna keep us in the dark

She don't like the fame, baby when we're miles apart

And she's getting to the point where it's too much for

And she wanna throw us all away, it's too much for

She can't hide away cause the world knows who we are

She don't like the lights

She don't, she don't, she don't

She don't like the lights

She don't, she don't, she don't

Don't wanna share no one else, want me for herself

Don't want no love in front of the camera

¿Por qué a pesar de todas las cosas él seguía siendo el que mejor me comprendía y él que nunca se apartaba? ¿Cómo lo hacía? A través de una canción se había puesto a contar a sus fans cuál era toda la situación en nuestras vidas y todo lo que yo sentía. Era único y en ese momento ...

Estaba en la habitación con Justin. Mis lágrimas salieron silenciosas cuando lo vi con tantos tubos. Sus ojos estaban cerrados. Parecía tranquilo y que tan solo dormía. Con muchos tubos. Su piel algo más pálida que lo acostumbrado. Sus labios agrietados. Su pecho subía y bajaba con mucha calma. Sus manos reposando a cada lado de su cuerpo.

Me senté a su lado cogiendo su mano como él hizo conmigo cuando me ingresaron. Lo cogí con mi vida. Estuve varios minutos mirando su rostro en silencio y sintiendo su mano entre las mías mientras en mi cerebro gritaba miles de veces "No te quiero perder".

¿Qué clase de destino era ese? Justin era un buen chico. No había hecho nada malo en el mundo como para merecer algo así. Era joven. Se iba a comer el mundo.

Lo siento tanto - fueron las primeras palabras que salieron de mi boca. De alguna manera, parecía lo correcto para empezar. - Siento tanto que estés aquí. Siento tanto haberte dejado. Siento tanto no haberte dicho una última vez lo mucho que te quiero.

Sorbí mi nariz recordando una de nuestras última discusión. "Tus ojos responden lo que tu boca calla, cariño". Solo esperaba que mis ojos se lo hubieran dicho miles de veces el último día que nos vimos.

Realmente sigo sin saber lo que viste en mí - entrelacé mis dedos con los suyos deseando que me diera un apretón como solía hacerlo - pero gracias. Me has dado los momentos más felices de mi vida y nunca podré pagarte por ello. Sentí que me amaste como nadie lo hizo jamás - me hundí apoyando la frente en el colchón aún sujetando su mano. - Me enamoré de ti de la manera que es imposible volver a amar a alguien más. Siempre te voy a amar, Justin. Por favor, tienes que despertarte. Por favor. Por favor - supliqué. - Por favor. Necesito que aprietes mi mano para recordarme que estás aquí para apoyarme. Necesito ver tus ojos. Vivo de tu sonrisa. Justin, por favor, tienes que levantarte.

Te prometo que yo voy a cambiar. No tendrás que preocuparte más por mí, pero por favor despierta - rogué llorando. - Vuelve con todos. Te necesitamos.

Alcé la cabeza para mirar su cara. Ese color rosado que caracterizaba a sus labios, llamándote a que lo besaras, había muerto. Su mandíbula seguía fuerte marcando su rostro. Su pelo rubio arena caía por su frente como pocas veces él dejaba que se viera. Me levanté y pasé los dedos por su flequillo. Seguía siendo igual de suave. Después acaricié su mejilla con cariño y adoración. Contemplé sus lunares. Observé su rostro como nunca. Pasé el pulgar por aquella pequeña marca de una cicatriz que tenía desde niño en la mejilla. La nostalgia me poseyó haciéndome llorar más por el miedo a que sus ojos no volvieron a brillar al verme. Por echar de menos sus travesuras. Sus bromas. Esas idioteces que hacían que riera y lo quisiera sin medidas.

Tengo que irme - susurré. - Te prometí cambiar. Tengo fe en que despertarás pronto y podrás verlo. - Me incliné y di un beso en su frente - Te amo, campeón.

No hubo cosa que me costara más en la vida que abandonar esa habitación con él en su interior. Me imaginé que su no tuviera que ir a rehabilitación podría ir a verlo todos los días para hablarle, pero eso no podía ser. Él no querría que me estancara con mis problemas mientras lo esperaba sentada.

Me dije a mí misma que podía pasar allí los días encerrada junto a él. Que comería. Que no volvería a usar drogas. Me dije que haría lo que fuera por él. A medida que pensaba en ello mi madre me sacó de allí, ciega por las lágrimas.

Fui a rehabilitación, hundida, más triste que nunca, quizá fue el mejor momento para ir pidiendo a yuda a profesionales. Me convencí a mí misma de que Justin despertaría y que para entonces, yo sería una mujer de la que estuviera orgulloso. La llave que colgaba de mi cuello, esperaba ser devuelta a su dueño original.

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Bueno chicas, es un final dramático pero Hall Of Fame tendrá segunda temporada. El caso es que la haré cuando termine Pick Me, no puedo escribir dos novelas a la vez. No tengo tanto tiempo :(

Os prometo que lo haré, tengo incluso el trailer hecho. Lo subiré más adelante.

Quizá termine Pick Me a finales de verano o quizá se alargue hasta Navidad, no lo sé.

Espero que os haya gustado la primera temporada y que esperéis a la segunda. Mientras tanto, si os gusta leer pasaos por mi otra novela :)

Love you

@itsBieberFanfic