Capitulo 1

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Suena el despertador, lo retraso e intento dormir un poco más, vuelve a sonar y lo vuelvo a retrasar apurando los minutos, vuelve a sonar y me levanto reventado por la mala noche que he pasado, las preocupaciones y los pensamientos apenas me dejan dormir por las noches.

Mi compañero de habitación también se despierta igual que yo, vaya dos nos hemos ido a juntar, pero el deber nos llama y hay que trabajar.

Me estiro un poco y me froto la cabeza apesadumbrado y sin ganas de nada, me pongo el uniforme y paso al baño para lavarme un poco la cara a ver si consigo despejarme un poco antes de ir a formar.

Soy militar y vivo en la base en la residencia que hay para el personal porque estoy medio arruinado y se me acumulan los problemas.

Me bajo a formar y al romper filas salgo a correr con mi pelotón, corro como alma que lleva el diablo para mantener la cabeza ocupada y descargar todo el estrés que llevo acumulado dentro, suelo utilizar el deporte y el castigo con el ejercicio para descargar el estrés y así de paso me mantengo en una más que buena forma para hacer mi trabajo.

Como todos los días al terminar de entrenar nos vamos a duchar y después a desayunar bien que ahora toca trabajar.

Nos reunimos en nuestro hangar con el jefe y nos empieza a repartir las ordenes y sin pensarlo dos veces nos ponemos al lio, hoy hay mucho ajetreo y no paramos.

Al fin nos sueltan por hoy, llamo a mi compañero de habitación, Víctor, que aunque estamos en la misma unidad no trabajamos juntos y quedamos en el parking para ir al centro comercial a mirar unas cosas y ya de paso aprovechamos para comer que la comida del comedor es una porquería y bastante escasas las raciones y nosotros somos de comer mucho porque nuestros cuerpos hay que alimentarlos bien.

En el centro comercial vamos a la tienda de nutrición para comprar las proteínas y la suplementacion que necesitamos y después a una tienda de efectos militares a mirar algo de equipo que nos hace falta y nos dirigimos al mc Donald para comer.

El pasillo esta algo abarrotado, es primeros de mes y se nota que la gente ha cobrado y aprovechan para hacer las compras.

Vamos hablando de nuestras cosas cuando de repente, plaf, toma hostia que me acabo de meter con alguien y lo primero que oigo con una voz muy dulce es -¿Por qué no miras por dónde vas?

Sonrío divertido y me quedo mirando a una guapísima chica con unos ojazos verdosos tan bonitos que dejan atontado y una preciosa y larga melena casi hasta la cintura castaña y lisa.

Ante lo que acabo de oír me quedo sorprendido y le digo –lo siento guapa, pero al igual que yo estabas estabas despistada- y sonrío.

-¿eres un poco borde sabes? Se hace un silencio y cuando termina de recoger unas bolsas y ya se fija en mi me dice como sorprendida –pe…perdona, si íbamos los dos distraídos- y se me queda mirando fijamente sin decir nada.

De pronto el chaval que va con ella rompe el silencio cogiéndola del brazo y tirando de ella –vamos, nos tenemos que ir.

-Hasta luego- me dice ella mirándome con una sonrisa tan dulce y bonita que me deja hechizado.

-Tu, espabila – me dice Víctor riendo casi a carcajadas –y deja de atropellar y asustar a las chicas jajaja.

-Joder, yo no he hecho nada, se habrá asustado por el uniforme o algo…anda déjate de guasas y vamos ya a comer que me muero del hambre.

-Ya ya que vaya sonrisa llevas.

-Serás gilipollas jajajaja.

¿Qué pasaría si de repente tu vida cambia en un segundo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora