Nuestro juego

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Luego de ponerme la pijama y recostarme junto a YongGuk, comencé a contarle todo a lo que había pasado con YoungJae. Está bien, el no estaba de acuerdo en lo más mínimo con lo que había pasado, yo tampoco estaba de acuerdo con que saliera todas las semanas con una chica nueva pero que se le podía hacer.

- ¿Te das cuenta de que está jugando contigo? - estaba segura que comenzaba a enfadarse - Si no lo recuerdas, el está comprometido.

- Ya lo sé, Gukkie. ¿pero qué puedo hacer? El fue el idiota que se me lanzo encima, yo solo me deje llevar.

- No caigas en su juego, Grace. En algún futuro cercano él se casara, no sería bueno que te emocionarás con el.

- No me voy a emocionar con ese lunático, sólo es que... besa tan condenadamente bien - respondí, quejándome. Era cierto, sus labios eran tan adictivos, ¿cómo no podría querer besarlo nuevamente? después de haberlos probado con tanta pasión.

- Iugh... No quiero saber cómo besa - su rostro se volvió un gesto de asco - Necesitas amigas mujeres.

- Si las tengo - respondí, orgullosa.

- YoungMi no cuenta.

- Que desagradable que eres, Gukkie. - dije, divertidamente.

Mire el reloj de mesa el cual marcaba las 08:30 am. Nunca despertaba tan temprano los días sábados, NUNCA. por lo que me extrañó de sobré manera. Mire hacia mi lado y ahí estaba mi Gukkie con sus ojos cerrados y un gesto de estar durmiendo mejor que nunca, sonreía, lo más seguro es que esté en un agradable sueño. recordé que esta semana tenía turno por la mañana en su trabajo por lo que me exalte y lo desperté rápidamente.

- ¡Despierta! No puedo creer lo pesado que tienes el sueño - lo zamarree un par de veces, al no lograr despertarlo golpee la almohada contra su cabeza. - ¡Despierta!

- ¡Aishh! Que son esas formas de despertar a la gente - por fin despertaba, de mal humor, pero despertaba - Mujer inhumana - me acuso.

- Son las 08:30 y entras a las 08:00 en punto, si no posees teletransportación entonces yo que tu correría hacia el trabajo - respondí con tono de mando.

- ¡Por qué no me despertaste antes! - se paró de golpe de la cama para meterse al baño y cambiarse el pijama, unos pantalones plomos y una remera blanca con cuello en V que se pegaba a su cuerpo. Si no lo considerara un amigo este chico no estaría libre de mi.

Rápidamente salió del baño, buscando sus pertenencias.

- Gukkie... Si quieres puedes llevarte a mi bebe - dije dudando. ¿Qué podría hacerle? sabía que la cuidaría.

- ¿Enserio? - pregunto, emocionado.

- Me la cuidas con tu vida - dije, para luego tomar las llaves de mi motocicleta que estaban en la mesita junto a mi cama y lanzárselas con rapidez.

- No sabes cómo te amo, princesa - dijo, para irse rápidamente por la puerta.

- Te veo al rato - alcance a decir antes de sentir cerrarse la puerta principal.

Edwards había llegado alrededor de las cuatro de la mañana, no habíamos hablado y supuse que estaría enfadado por no haberle avisado de mi repentina desaparición de la fiesta, pero estaba segura de que si me dirigía al salón principal para avisarle, se hubiera negado y hubiera tenido que quedarme en el entretenido lugar.

Luego de darme un par de vueltas en la cama, me levanté y revise la habitación de papá, al parecer el ya se había ido a su trabajo, no entiendo como existe gente que pueda dormir tan poco, como lo hace el. Es por eso y muchas cosas más que le temo a la responsabilidad.

You're My RomeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora