Escenas

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Primera escena:

La sombra que se reflejaba en la acera era deforme e irreconocible y se perdía ante la visión de las ondas rojas y fuertes que parecían dulces, pero acababan con todo. Se acercó otra sombra y se quedaron una junto a la otra, viendo crecer las llamaradas.

Segunda escena:

El edificio en llamas ocultaba el cadáver del viejo consumiéndose como todas las astillas y escombros del edificio. Desde adentro se podía ver a dos personas paradas, igualmente esqueléticas, esperando a que el viejo desapareciera o, por lo menos, cerrara aquellos ojos, derretidos y carentes de sentimiento, que reflejaban sus figuras y el fuego culpable de su muerte.

En la mente (Cajón de relatos III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora