Viernes

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"Viernes"

Gabriel camina de lado a lado ¿cómo era posible que el no descubriera aun lo que realmente había pasado?

El crujir de la vieja madera que tapizaba aquella oficina resuena por todo lo alto, alarmando a quienes están del otro lado del pasillo que alguien merodea dentro.

Con molestia estruja entre sus manos aquel ultimátum, la fecha marcaba que ese viernes por la tarde debía entregar al culpable ante los tribunales.

***

Los tacones anuncian su llegaba a quienes trabajan arduamente tras aquellos diminutos espacios laborales. Cada tres pasos se convertían en un nuevo escritorio.

-señorita, señorita.- suena una voz algo aguda tras de ella.

Con una sonrisa fingida y papeles en mano se gira para ver a quién le causaba repulsión.

Lucia analiza minuciosamente a Paula, quien al igual que siempre la esperaba para llenarla de trabajo y una que otra presión tras llegar.

Y al igual que siempre en cuanto Paula abría la boca las palabras se escapaban de su boca como un loro.

Mira curiosa aquel diminuto diamante que resalta en el dedo anular de Paula, el sonido agudo de la voz de Paula se hace presente nuevamente.

-¿qué es esto?- pregunta con hastío.

Paula frena el movimiento de su boca y mira su anular, la sonrisa le ilumina el rostro.

-un anillo.-contesta con obviedad, ella sabía muy bien que no era precisamente del agrado de la Licenciada Lucía.

Lucia le mira por primera vez necesitada por saber acerca de la vida de su secretaria.

-estoy comprometida.-le coloca justo frente al rostro la cara externa de su mano.

Lucia mira el anillo, el cual al lado del que alguna vez había adornado su anular no era más que una baratija recién salida de una maquinilla de dos pesos.

-felicidades.- la envidia sobresale de aquella sola palabra.

Sin más camina en dirección a su oficina, dejando plantada tal cual estatua a Paula, en el pasillo.

-Maldita mojigata-grita tras cruzar la puerta que divide su oficina del pasillo principal, donde los recepcionistas no hacían más que atender las llamadas de emergencias de las personas.

***

Ríe con satisfacción, había estado esperando por tanto tiempo aquella reacción por parte de ella. Contonea sus caderas nuevamente en dirección a su cubículo, la muy estirada al fin le tenía envidia en algo.

Gabriel camina ante sus ojos y este no se inmuta en su presencia, como si de un simple adorno de pared se tratara. Reajusta sus senos en aquella blusa que dejaba entre ver el nacimiento de estos y le llama con voz dulce.

-amor.-Gabriel no hace más que frenar sus pasos y mirarla. ¿Qué había mirado en ella para proponerle matrimonio?

-Paula.-la sequedad es detectable, casi palpable.

-he reservado...

-cancélalo.-sus labios le regalan una sonrisa más falsa que las extensiones que adornaban el cabello de Paula.

Con pasos firmes y molestia cierra fuertemente la puerta de su oficina. Uno que otro artilugio se tambalea ante las vibraciones producidas por el movimiento repentino de la puerta.

***

El cielo comienza a teñirse tenuemente del color de la noche y el leve brillo de la luna, la cual apenas alcanza a divisarse tras aquel ventanal.

Delatame (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora