¡HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
como ya saben hay novela renruki gente! (inserte grito de fangirl) yaaaaaaa quiero leerla es como fberuilfiluebglifbre 3 nuestra piña y pitufina al fin están juntos :3 y con una hermosa pequeña! valiente como la madre y hermosa como el padre :Q_ (bueno los dos son lindos)
en fin me insipiré e hice esta historia corta. Pero en realidad alguien me insipiró así que si alguna vez la lees bahLee va dedicada para tí :3
Bleach no me pertenecee bla bla, es de tite.
disfruten! (?
-oi, Rukia- la llamó Renji con voz un poco temblorosa. Rukia volteó a ver a su amigo y la imagen le resultó graciosa: su enorme amigo (de 1,88 metros de altura) se rascaba la nuca nerviosamente. Le recordaba a un cachorrito mojado. La comparación de algo tan pequeño y tierno con alguien tan enorme y tosco como Renji le causó una risita.
-¡¿De qué te ríes?!- Renji se molestó por una bobada. Pero los nervios lo estaban matando, se había decidido a declararse y se dirigió a la mansión Kuchiki tragando saliva ya que aparte de su amor de toda la vida iba a estar su hermano, Byakuya. Y si nii-sama se enteraba al mismo tiempo que Rukia de sus sentimientos y en caso de que ella lo rechazara... realmente iba a ser un golpe bajo.
Pero la suerte le sonrió, ya que Byakuya no estaba. Encontró a Rukia en la sala tomando el té de la tarde con un delicado kimono del color de sus ojos con flores blancas bordadas. "Preciosa" pensó Renji intentando no sonrojarse, pues Rukia era como el vino: cuántos más años pasaban más hermosa, más sensual... "sensual"... Renji agitó la cabeza para alejar esos pensamientos. De cómo sería besarla, desatarle el kimono y que siga el curso hacia el suelo...
Pero el saludo de Rukia la sacó de sus pensamientos eróticos. Vamos, era un hombre y la había deseado por muchos años. Quería besarla, hacerle el amor, hacerla su esposa, tener una familia con ella... por más de 40 años el sucio perro le seguía ladrando a la estrella sin poder alcanzarla. Ahora iba a dar un salto al firmamento, quizás su suerte fuera buena y los colmillos toquen a su amada.
Rukia intentó calmarse –pero es que debes verte, parece que vas anunciar que hiciste algo mal y temes la reprimenda de nii-sama. Por cierto él no está. Fue a visitar a unos socios de las casas nobles-
-está bien. Vine a verte a ti-
Rukia sonrió y con la mirada le indicó que podía sentarse en el almohadón en frente de ella. Renji se sentó y le alcanzó su taza de té para que ella la llenara.
-no sé qué es más placentero, si este té en una tarde tan bella y fresca o los momentos de paz que estamos viviendo- la shinigami dejó la tetera sobre la mesita y miró hacia el patio. Era una tarde de otoño fresca pero el sol aún no se escondía bañando su cuerpo con un placentero calor en la piel.
Renji la contempló con la luz del día bañando su blanca y tersa piel y tragó saliva.
-Rukia-
-Renji-
-yo.... Yo... yo...-
-¡Renji!- exclamó una Rukia impaciente -¿Qué sucede? Nunca te había visto así ¿acaso pasó algo malo que no quieres decir a nii-sama? ¿Te has metido en problemas?- dijo gruñendo lo último prácticamente. Le preocupaba la postura seria que había adoptado su amigo y cuando él respiro hondo y soltó un "te amo" apenas en un susurro y bajando la vista a Rukia se le paró el corazón. No realmente, pero era la primera vez que Rukia Kuchiki se había quedado sin habla.
Cuando Renji levantó la vista y vio a su amiga como una estatua se dio cuenta que lo había estropeado todo: adiós amistad, adiós compañerismo. Sentía que volvían a estar como en la época de su adopción. Había perdido a Rukia por segunda vez, y no lo podía soportar sinceramente.