Capitulo 11

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De ante mano, quiero disculparme por tardar tanto. Estoy haciendo papeles para por fin entrar a la universidad y eso me ha consumido mucho. Disfruten el capítulo, y mil gracias por leer.
Muchos besitos sin baba asquerosa . <3

Pdt: en multimedia está Leila para la fiesta.
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¿Se han puesto a pensar en por qué somos tan masoquistas? Yo si, ya llevo varios días pensando en eso... y se debe a que dejé a Frank.

Sí. YO lo dejé a él.

Durante el viaje de Julia, pasamos varios momentos juntos, pero me di cuenta de algo; con Frank la cosas no tenían sabor, después de un tiempo no había nada emocionante en nuestros encuentros, siempre era lo mismo y lo mismo, mismo lugar, mismos temas, mismas babas, mismo todo.

Jamás pensé que me cansaría del chico del que estaba "enamorada".

Pero bueno; Julia regresó y yo dejé a Frank a los pocos días, como era de esperarse, volvió con ella. Y me alegra, a lo mejor ellos si están hechos el uno para el otro.

Aunque siento algo de pesar por Julia, sé que Frank también está saliendo con Sophie, una chica que está en la prepa.

En fin, por ahora debo concentrarme en sentirme bonita para verme bonita.

Hoy es la fiesta de graduación de una prima, y por supuesto, mamá y yo estamos invitadas. Lo "bueno" es que la familia de mi prima es muy amiga de la familia de Matt Coleman, y ahora que ya nos conocemos hace más de 7 meses, hay más confianza.  Me dijo qué tal vez no iría, pero que lo intentaría.

Ojalá y cumpla, porque no quiero estar sola por ahí.

No me considero fea, pero tampoco una belleza. Sin embargo, hoy me siento especialmente bonita.

Después de esperar dos horas más a que mami terminara de arreglarse, nos vivimos al club donde sería la celebración. Debo decir que está decorado hermoso, y la comida se ve bien.

Lo malo: soy vegetariana y rara vez consigo comida para mí, lo bueno: hay arroz y papa. (Inserte el emoji que alza los hombros y las manitos 🤷🏻‍♀️)

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Ya llevo al rededor de una hora sentada escuchando historias de adultos que nada que ver, estoy muy, pero muuuuuy aburrida.

Como si el ángel Ithuriel me hubiera escuchado, por la puerta veo cruzar a mis primos. Son unos cinco o seis años mayores que yo, pero siempre nos hemos llevado bien.

-Hola pequeña, qué haces tan aburrida.

-Ah no, es que yo amo escuchar como la tía Esther se ha dislocado la cadera jugando bingo- le respondo con todo el sarcasmo que pude.

Mis primos sueltan una carcajada.

-Anda gruñona, acompáñanos a jugar un rato al Ping Pong.

No lo tiene que decir dos veces. Me disculpo de manera educada y me levanto de la mesa.

Duramos jugando algo más de dos horas.

Al principio estaba bien, pero ping-pong en tacones no es una combinación muy agradable.

Justo íbamos saliendo de la sala, cuando llegó la familia Coleman. Para mi desgracia, Matt no vino, pero si Key. Nuestras miradas se cruzaron un momento, pero yo rompí el contacto visual para saludar a su familia.

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