cheerleading him»baekyeon.

008 > yeri

aquí está yeri👆🏻

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—Conque esa es la tal Yeri —alcé mi vista desde mi asiento. Era una niña, por Dios, o de eso tenía cara.

—Es muy tierna —dijo Yuri, sonriendo. Yo volteé y la miré con odio. En verdad, no sé porqué tenía ese sentimiento de odio hacia ella, solo de escuchar su nombre me enojaba de una manera que ni yo entendía.

—¿Y ahora por qué te molesta la niña? —Sunny pregunta, con sus ojos fijos en el celular. Tenían razón, estaba siendo algo estúpida, no había razones para tener esos sentimientos sobre una persona desconocida, pero no me daba buena espina. Es cuando no soportas a una persona sólo por verla. Era fácil.

—No la quiero en mi equipo —puse lo ojos mientras me volteaba hacia ellas.

—Ya ilusionaste a la mocosa —volvió a decir Sunny sin una pizca de interés. Era cierto, debía entrarla si quería ver algunas caídas de la hermosa Seohyun.

Los tres comenzaron a caminar hacia la mesa en donde estábamos, Seohyun con la sonrisa más grande que tenía, apuesto que estaba súper feliz por juntar a todas sus amigas en un sólo lugar. Patético.

—¡Miren chicas! Ella es Kim Yerim, pero solo díganle Yeri; la semana que viene cumplirá sus dieciséis. Yeri, ellas son Taeyeon, Stephanie, Yuri y Sunny —nos señaló respectivamente. Yo tenía los ojos como dos platos desde que empezó a presentarla: Kim. Mis amigas me veían con asombro como si yo supiera de la existencia de aquella niña. Pero la verdad era que no, no tenía idea de quién era ella, ¿por qué se apellidaba de esa manera?

—¿Es cierto que formaré parte del grupo de porristas? —aplaudió energéticamente. Era una niña, no podía negar sus quince años. Tenía las mejillas gordas y su sonrisa era muy bonita.

—Claro, por qué no —me alcé de hombros—. Entonces Yeri, ¿eres una Kim? —estaba anonadada, juraba solo conocer a la gente que habitaba en mi casa con ese apellido, tendré que preguntarle a Yoongi, él debe de saber algo. Solo falta que sea familia de aquella niña que no terminaba de caerme bien.

—Sí, supongo —me sonríe—. Eres la primera Kim luego de mi padre que conozco.

—¡Son primas! —Seohyun gritó aplaudiendo.

—Pero vaya primas —dijo Sunny con tono burlón, cruzada de brazos y sonriendo. Ahí sí prestaba atención.

La miré de arriba hacia abajo, al ser tan pequeña no tenía su gusto por la moda desarrollado, pero iba mucho mejor que Seohyun, con más estilo. Pude notar aquella blusa que llevaba de inmediato; la tenía en otro color. Me recordé a mí misma quemarla desde llegar. Baekhyun con un movimiento me había sacado de mis pensamientos: se había llevado a la pequeña Yeri hacia otro lado. Yo alcé una ceja, le gustaban las ilegales al emo Byun Baekhyun, otra cosa que posiblemente me funcione.

—Yo me voy, ¿quién se va conmigo? —me paré de la mesa, dejando un billete sobre ella. Mis tres amigas levantaron la mano, y se pararon. Nos despedimos de Seohyun y Yeri, y nos fuimos hacia mi auto. Hice la ruta, hasta que quedé sola en el auto. No me gustaba estar sola, no en momentos en donde tenía esa depresión post-ataque y sentía un vacío enorme en mi interior. Tuve que ponerle la capota al auto, pues había comenzado a llover. Genial.

Todo el tiempo había hecho calor, y ahora una lluvia torrencial hacía que encendiera las direccionales del auto para tener precaución en las vías, lo que menos quería era un accidente automovilístico encima de toda la mierda que había estado viviendo.
Llevé mi dedo pulgar a mi boca, mordiendo el centro de éste con rapidez. Sentía la ansiedad recorrer mi cuerpo, de repente ese dolor en el pecho no me abandonaba y me hacía querer llorar. No podía estar pasándome de nuevo, en general se efectuaba luego de hacer algo realmente malo o después de hacer varias cosas malas, pero no tanto. Entonces ahí comprendí: estaba teniendo un ataque, pero no de conciencia, sino de ansiedad, en donde mi subconsciente me decía que Baekhyun sabía demasiado, y si abría su bocota iba a quedar con muy mala imagen sobre Bora. Ella era la mamá que nunca tuve, y en ese momento me cuestionaba si en verdad valía la pena traicionar a un ser querido por algo tan minúsculo como es una venganza.