彼女 KANOJO 彼女

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Exhaló poco a poco, de manera lenta el humo de su cigarrillo. Sin hacer algún tipo de ruido se mantuvo allí, cerca a la abertura de la ventana donde podía escapar el delatador olor, naufragando en sus pensamientos con cuidado de no despertarla.



- ¿No te vio nadie?

Negó levemente. Pasó a quitarse el abrigo oscuro que su querido hermano le había obsequiado en su cumpleaños, dejándolo colgando sobre el asiento mientras sentía como poco a poco su tensión desaparecía con su presencia.

Inmediatamente dirigió sus ojos al caramelo dulce de su mirada. Su calidez la recibió y la llenó, de maneras que un contacto físico nunca podía y se permitió disfrutar de este en ese momento, aquel en donde no había límites de género, ni de trabajo. 

Solo eran ambas, compartiendo un íntimo momento.

- ¿Qué tal tu día?

Ella solo le respondió con un beso, pero la de oscuros cabellos entendió a la perfección. Y así, con delicadeza, y sin las restricciones de la sociedad ni las miradas de los demás, se permitió amarla. Con todo su corazón.



Con los ojos cerrados, respiró profundamente mientras sentía a su cabello antes sujetado caer en cascada sobre sus hombros, y los delgados brazos de ella rodear su cintura, solo un delgado camisón separando sus cuerpos desnudos. Sujetó su cabeza sobre su cuello, de forma que podía admirar el delicado toque que le otorgaba la deliciosa colonia que su amante solía usar.

- ¿Gin?

La mencionada sonrió: amaba la forma en que ambas habían llegado a conocerse tan bien, que con pequeños gestos podían detectar si algo no andaba bien.

Recordaba a la perfección aquel día en el que la rubia había tenido que renunciar a querer a su hermano, por propia amenaza suya; pero como única condición le había pedido que la conociera verdaderamente. Había aceptado, sin contar con que meses después habría terminado dudando de sus propias emociones, y otros posteriores, amándola con todo lo que podía su ser.

Observándola bajo los rayos de luna que no hacían más que resaltar su belleza, sintiéndose más enamorada que nunca, no pudo resistirse a darle un profundo beso.

- Ryunosuke lo sabe- susurró.



- ¿Es cierto?- comenzó.

Ella se quedó muda, sin expresión. Sin querer ni poder evitarlo, lágrimas recorrieron sus mejillas. 

Tenía miedo...

-Límpiate- le alcanzó un pañuelo.

...De ser rechazada por su hermano.

- Gin -murmuró, con más suavidad, ternura- No quiero que vuelvas a llorar por ella. No de esa forma. Es como si te arrepintieras de amarla, ¿Lo haces?

Negó, nunca. 

- Bien. Además, no soy quien para reprocharte, yo también amo a alguien. -Sonrió-. Con que Higuchi, ¿No? 

- Ella es la indicada- se encogió, sonrojándose.

>>Entiéndeme -continuó él, con seriedad mirándola a los ojos. Rememoró el pasado, entonces, cuando era una niña: nostalgia la invadió- Eres mi única familia, solo quiero que seas feliz. No me importa el resto del mundo.

Las lágrimas volvieron a caer: esta vez de felicidad.

- Te quiero hermano.

- Y yo a ti, Gin.



- Estaremos bien, Ichiyou- su sonrisa delató felicidad.

Y se abrazaron, porque juro, en ese preciso instante su amor era lo más valioso.



*Kanojo / 彼女 /: Ella.

SHE |DRABBLES, GIN X HIGUCHI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora