En la mañana comienza la rutina de siempre, me levanto, me lavo la cara, los dientes, desayuno, me alisto, y tomo el autobús, le veo la cara a Paul, converso conmigo mismo mientras escucho música, y... espera ¿ella viene en mi autobús?
-Hola Santiago
-Hola Alexandra
-Veo que vamos en el mismo transporte
-Lo mismo digo yo
-¿Puedo?
El asiento que da a la ventana estaba libre así que le doy paso y toma asiento
-Y dime Santiago ¿Qué debo hacer en mi primer día?
-Creo que otra vez digo lo mismo
-No, no me refiero a cómo reaccionar ante un nuevo colegio y más si es mixto
-¿Perdón, ósea que tu solo has estado en escuelas de solo chicas?
-Sip
-jaja, debe ser un cambio total
-Por eso te pedía ayuda, estoy muy nerviosa
-Tranquila, haber lo primero, no dejes que te molesten
-Muy bien, eso no es de mucha facilidad
-Este, creo que no soy bueno con esto, ¿Verdad?
-jaja
-¿Mmm?
-Me pareces divertido
Supongo que me sonroje al momento
-Gracias
-Pero no te sonrojes, no fue para tanto
-No me sonroje
-Bueno pues creo eso no es verdad, jaja
-Creo que el rojo es tu color favorito, porque lo ves en todo lado
-jaja, de hecho es el naranja
-¿Naranja?
-Sí, ¿Cuál es el problema?, además me gusta porque es uno de los colores que forma parte de un atardecer
-Buena explicación
-Me agradece mientras hace una referencia con la cabeza, "¿Y el tuyo?"
-El verde
-¿Así nomas?
-Oscuro, es mucho mejor
-¿Y a qué se debe?
-Puess...
No pude responderle porque ya habíamos llegado, creo que el tiempo pasa muy rápido cuando hablas con alguien,
-Bueno, creo que esta conversación me la debes Shanta
-Ok, sonrisas
-Este, no me gusta ese sobrenombre
-Creo de deberías saber que a mí tampoco
-"Si lo sé", mientras sonríe
-¿Qué?...
Le devuelvo la sonrisa y ella se marcha, tomo mis cosas, guardo los audífonos y bajo del autobús, camino por los pasillos hasta el salón, pero al llegar ahí no había nadie, por lo que salgo y voy a la oficina de coordinación de bachillerato para revisar los horarios de clase. Al revisarlos me doy cuenta que tengo química y por tanto debía ir al laboratorio que estaba en la otra ala del instituto, comencé a correr con todas las fuerzas, pero ya estaba atrasado. Cuando llegue la puerta estaba cerrada, por tanto toqué, en menos de un minuto un profesor delgado, alto, barbón y con lentes me abrió.
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Ocaso al despertar
RomanceEl destino un día, presente en el tiempo, te regala una rosa y por culpa de ese tiempo que aprisiona la marchitó, y otro día una cometa te presto, presente en el viento, el mismo te la arrebato. Una historia de amor que viene y va, para una persona...