-Oye, oye -dije acercandome a él, cuando estabamos llegando a mi casa-. ¿Que pasa?
Él levanta las cejas.
-No -dice sonriendo-. No pasa nada.
Entrecierro los ojos.
-¿Seguro? -digo caminando hacia la entrada-. ¿Qué? ¿A caso me vas a decir que no encontraste los archivos? Porque si lo planeas, déjame recordarte que están en tus manos -digo apuntando.
-Hey -dice-, no pasa nada, ¿si?
Me detengo.
-¿A caso no me vas a mostrar los archivos? -él agacha la mirada-. Travis -digo alzando la voz-. ¡Te ayudé a encontrar los archivos! Merezco saber que dicen, ¿no crees?
-Shh -dice acercando su dedo índice a sus labios-. Baja la voz.
-Travis -digo más calmada-. Pásame esos archivos -digo dirigiendo mi mano a ellos.
Travis mueve rápidamente el brazo, y agarra los archivos más firmemente que antes.
-Maddy, no te preocupes -dice dándose la vuelta-. Después lo sabrás.
Levanto los brazos y los dejo caer, exasperada y confundida.
-¡Adiós! -digo sarcástica-. ¡Qué te vaya bien! Gracias...
Caminé unos pasos hacia la puerta, pero me detuve en cuanto vi que la puerta estaba medio abierta.
Me asomé con cuidado, y lentamenete fui abriendo más y más la puerta.
Asomé la cabeza, pero era imposible ver algo.
Oh, Dios. ¿Que hora es?
Me adentré a mi casa y cerré la puerta con cuidado.
-Eso no funcionará -dice un hombre detrás de un sillón-. ¿Son horas de llegar, jovencita?
Tiré todo el aire que había acumulado.
-Papá -digo poniéndome una mano en el pecho-. Me habías asustado.
-Tú igual -dice parándose del sillón-. ¿Tienes la idea de cuantas veces te he llamado?
Entrelazo mis manos, un poco nerviosa, esperando a que el continúe, porque en realidad no se que decir.
-Hablaremos mañana -dice suspirando, agotado-. Será mejor que subas y que te duermas.
Papá cruza la sala, y va hacia su habitación.
Cuando me aseguré de que había cerrado la puerta, prendí mi teléfono y vi todas las llamadas perdidas de papá.
-Upsi -murmuré.
Seguí bajando en el registro de llamadas, hasta que encontré un nombre que no era nada el de Papá.
Era Lucy.
Y tenía tres llamadas perdida de ella.
Decidí apagar el teléfono, y, cuando estuviera arriba la llamaría, esperando que mis padres no escucharan nada.
Subí las escaleras con sumo cuidado, hasta llegar a mi habitación y encerrarme.
Ahora, prendí mi teléfono y marqué el número de Lucy. Al segundo tono me contesto.
-¡Madison! -dice casi gritando. De inmediato bajé más el volumen de la llamada-. Te he estado llamando todo este tiempo.
-Vale, ¿que pasó? -dije algo preocupada. Ella nunca me llamaba.
Además había algo raro en la llamada. Había demasiado ruido. Ni siquiera podía escuchar bien.
-¿Te acuerdas de la fiesta de Alex?
Hize una mueca.
-Sep -dije recordando los últimos minutos.
-Kate está en la casa de Alex -dice-. Están como locas.
-¿Como? -digo-. ¿Por qué 'están'?
-Tu hermana -dice-. Están como peleando... Ay, Dios santo. ¡Kate! ¡No, no, no, no!
Frunzo el ceño.
-¿Lucy? -digo-. Lucy, ¿qué está pasando? -digo-. ¿Hola..?
Escucho un pitido que marca el final de la llamada.
Oh, Dios.
Tengo que ver lo que está pasando.
...
Si mi padre sabe que me volví a ir de casa me va a matar.
-¡Madison! -dice Lucy, mientras que me hace una seña para que me apresure.
Había llegado a la casa de Alex. Y creo que había más gente desde que me fui.
Habían montones de personas en el jardín y ya se habían multiplicado las latas de cerveza en el suelo.
-Margo -dije para mi misma-. No hagas algo estúpido. Ahora no.
Apresuré el paso, hasta llegar al ¿como decirlo? ¿Círculo de lucha libre?
-No, no -dije al ver a Kate en el suelo.
Me acerque más para detener la pelea, pero una mano me detuvo.
-Tienes que apostar.
Miré al chico, a los ojos, y traté de actuar como si nada.
-¿De qué hablas? -traté de que no me temblara la voz.
-¿Quién de ellas crees que vaya a ganar? -dijo como si nada. No podía creer que pasara inadvertido esto.
-Deja de joder -le dije, y lo empujé hacia un lado. Le dí el empujón que tanto merecía desde hace mucho tiempo.
Me acerqué al círculo, y me puse entre las dos.
-¡Paren! -dije llena de furia.
No podía creer que hubieran tenido una pelea.
Kate era mucho mejor que Margo. No podía creer como cayo en esto.
-Margo -dije mirándola a los ojos. Me sorprendió encontrarme que tenía lágrimas-. Vamos a casa -dije con voz firme.
Margo avanzó un paso hacia mí, y yo bajé los brazos.
-No.
De inmediato un aire tenso se formo entre nosotras, y entre todos los presentes.
-Vamos a casa -repetí una vez más.
-No -volvió a decir.
-¡Margo! -grité harta-. ¡Para!
-¡No! -dice, y está vez más lágrimas caen de sus mejillas.
-¡Tú eres la mayor! -dije-. ¡Y yo me comporto como la mas madura! ¡Ya no tienes 15 años! ¡Ni siquiera vas a la Universidad!
Ella negó con la cabeza, incrédula de que yo lo supiera.
Finalmente dijo:
-Tu no sabes lo que yo sé.
....
Jelou!
CHIC@S LLEGAMOS A LOS 42K EN LA NOVELA PRINCIPAL. LOZ AMO ❤
Atte: la creadora, bitches.
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¡Eres Mío, Crush!
Teen Fiction[LEER PRIMERO NIÑERA DE MI CRUSH] [SEGUNDA TEMPORADA] ... Lo miro directamente a los ojos. -¡No puedes hacer eso! -digo. -¿Por que no? -responde. -Por que eres mío, ¡no de mi hermana! Él me mira fríamente, pero a la vez siente lástima por mí. -¡A el...