The Soul →【Blindshipping】

I

"El fragmento de sueño que me diste, merodea en la noche interminable
una de las estrellas que se acercan desaparece
y el ARIA del amanecer resuena"

Se encontraba cansado después de la reunión que se llevó acabo al finalizar el evento de clausura, aunque quiso esperar a dar la noticia en una hora apropiada no pudo evitar marcar aquel número que conocía demasiado bien, después de que cada uno se graduara cada quien había elegido el camino que les haría llegar a su propio sueño, tal vez algunos perdieron contacto pero no por ello su amistad se había visto mellada para él.

Recordó con nostalgia sus años de preparatoria los cuales habían sido una locura después de tener la responsabilidad de ayudar al espíritu dentro del rompecabezas del milenio, sin embargo después de ello todo había sido paz y tranquilidad que le permitió no solo poner los pies en la tierra si no ver hacia el futuro que quería lograr con sus propias manos, por ello se permitió ingresar en un concurso de nuevos diseñadores de juegos que se llevaría en Frankfur Alemania, a pesar de ser un novato en el campo de la creación mas no en el de jugador logro consolidarse como el ganador de ese año, eh ahí donde radicaba su felicidad que quería compartir con su mejor amigo quien antes de partir le había hecho prometer que cuando saliera a la venta su juego él quería ser el primero en jugarlo dando por hecho que ganaría.

Dio un vistazo rápido en la lista de contactos, pensó en marcarle, pero al final opto por un sencillo mensaje, ya el día de mañana hablarían y festejarían todo lo que quisieran conociendo el buen ánimo de su amigo que se pegaba sin importar que solo estuviesen hablando por teléfono, seguía caminando por el pasillo hasta que noto un sobre en medio de la puerta y del corredor donde se encontraba, al principio se extrañó de dicho sobre puesto que nadie sabía dónde se hospedaba y hasta había encubierto su nombre para pasar desapercibido siendo que aún era conocido mundialmente como el Rey de los juegos, título que le enorgullecía, pero que ahora quería dejar a un lado para hacerse del título de creador de juegos número uno.

Se inclinó para tomar el sobre, del cual no había remitente alguno, es mas solo era un sobre en blanco, tentado ante su curiosidad decidió abrirlo, encontrando unas cuantas letras en la dichosa carta que le habían dejado.

Tú quien has conquistado el mundo de la luz, el mundo de las sombras y el mundo de la oscuridad, te reto a un nuevo juego ¿Aceptas el reto?

Miro con atención el papel, sus palabras algo curiosas le habían hecho tener una extraña sensación que no había sentido desde hace algunos años, dudo por unos segundos, pero al final asintió, si algo había aprendido de Atem además de no rendirse era portar con orgullo el título de Rey de los juegos, por lo tanto como tal no podía permitirse rechazar la invitación, sonrió ante la emoción de saber qué tipo de juego seria, de seguro sería algo entretenido de aprender y de jugar, por otra parte ante su emoción y el desliz del agarre de su mano la hoja de papel se extendió dejando notar que en la parte de hasta abajo como si por arte de magia se tratase había aparecido una dirección y hora.

(__)

Aprovechando la semana que le quedaba aun en la ciudad al día siguiente después de terminar los preparativos para la producción y de hablar largo y tendido con Jonouchi Katsuya al verse ya sin nada que hacer se llevó la mano al pantalón sacando el papel de aquella curiosa invitación, salió de la habitación del hotel, se despidió del portero, un hombre ya de edad que le recordaba a su abuelo, suspiro, hizo la señal al taxi y después de subirse marco la dirección a la cual iba.

Pronto se vio llegando a una extraña zona residencial, pensó que tal vez algún noble que se enteró de su llegada a la ciudad le hizo tal ofrecimiento tentado a debatirse en un duelo siendo amante del juego, pago al taxista, miro la pequeña reja del portón de la casa de tres plantas, observo que la reja estaba abierta por lo cual se dirigió hacia dentro sin problema, miro el patio bien cuidado, algunos arbustos de rosas se podían observar y a lo lejos un roble se hacía notar, toco la puerta mas no hubo respuesta, había llegado a la hora según estipulaba el papel, después de unos cuantos llamados y de tocar la puerta de vez en vez pensó en marcharse más en su mente recordó como algunos occidentales colocaban llaves de sus casas en las zonas más cercana a la puerta por si se llegasen a olvidar de ellas, recordando una de las tantas películas que había visto con Ryou hace ya tanto tiempo atrás, se inclinó observando una piedra colocada a un lado de la puerta, sin embargo antes de poder tomarla la puerta se abrió.