-Suéltame, puta loca. -dice Harvey mientras Laia lo arrastra hasta nosotros.-No le hables así a mi novia, Cantwell. -le suelta Brooklyn de repente y Laia lo mira con una mezcla de adoración y vergüenza.
-¿Dónde está el anillo? -Laia lo ha inmovilizado poniéndole los brazos tras la espalda y ahora está inclinada sobre él con cara de pocos amigos.
-Me haces daño. -se queja el rubio, haciendo una mueca de dolor.
-Mejor. -Laia sonríe. -Ahora dime que hiciste con el anillo de Andy.
-¿Qué anillo? No...
-Dime que lo enterraste en el bosque. -Madison está agachada frente a su novio.
-No diré nada hasta que me suelte. -Laia ignora su condición y hace más fuerza.
Táctica equivocada, Harvey.
-No estás en posición de negociar. -observa Mikey con una sonrisa. -Literalmente. Ahora dinos lo que queremos saber.
-¡Lo vendí! -confiesa cuando Laia retuerce su brazo de nuevo. -La última vez que lo ví lo tenía Thomas.
-Capullo. -Madison le da un puñetazo y Laia lo sujeta. -Me dijiste que ibas a esconderlo.
-La culpa es tuya por confiar en él. -la recrimina Rye, fulminando a Harvey con la mirada para que nos deje solos.
-Y por eso soy yo la que va a recuperar ese anillo. -Madison suspira y empieza a acercarse a un chico enorme y corpulento que está hablando con sus amigos en una esquina de la biblioteca.
-Espérame. -dice Rye corriendo tras ella.
-Vale -digo girándome hacia Brook, Laia, Jack y Mikey que me miran atentamente. -,suponiendo que consigan el anillo, nosotros tenemos que pensar como entrar en el despacho de Blair sin que sé dé cuenta.
-Podemos hacerlo de noche -propone Jack. -si le quitamos las llaves a la hora de la cena y esperamos a que esté en su habitación no tiene por qué enterarse.
-Me alegro de que hayas dicho eso. -le sonrío. -Buena suerte robando esas llaves.
-¿Tengo que hacerlo yo? -pregunta horrorizado. -No sé mentir, ya lo sabes.
-Es una pena. -me encojo de hombros.
-¿Y vosotros que vais a hacer, entonces? -nos recrimina el irlandés.
-Entrar en su despacho y abrir la caja. -responde Mikey como si me hubiera leído la mente.
-Aunque claro, si quieres cambiarlo... -miro a Jack mientras me doy golpecitos en el labio pensativa. -Pero si te pillan perderás tu beca.
-Va a hacerlo de todos modos. -Laia y su positividad, justo a tiempo. -Blair aún no nos ha castigado.
-Deja de estropear mi plan. -me quejo, sintiéndome estúpida un segundo después.
-Puede que tu plan no sea tan brillante. -deja caer Brooklyn y yo lo miro mal.
-¿Tú puedes hacerlo mejor? -pregunto escéptica.
-Tal vez. -responde orgulloso, sacando pecho.
-Brook -Laia le pone la mano en el hombro. -,te quiero, en serio, pero deja pensar a los mayores.
-Ya estoy harto. -se queja el rubio y agarra a Jack del brazo. -Vámonos, Jackie, yo te ayudo a distraer a Blair.
-¡Lo tenemos! -dice Madison muy animada acercándose a nosotros y enseñándonos el anillo.
-Enhorabuena. -Laia pone los ojos en blanco y se guarda la joya en el bolsillo. -Ahora nos toca a nosotros.
.................
Brooklyn y Jack se acercan a nuestra mesa, pavoneándose y se dejan caer a mi lado y al de Laia.
-¡Voilá! -Jack sacude un manojo de llaves delante de nuestras caras, atónitas.
Lo han conseguido después de todo.
-Guarda eso. -susurro al ver que varios alumnos se giran para mirarnos al escuchar el tintineo.
Él hace un puchero, pero finalmente esconde las llaves y nos las pasa por debajo de la mesa.
-Deberíais entrar ahora. -nos aconseja Brook lanzándole una mirada nerviosa a Blair. -Ha dicho que va a pasarse toda la noche trabajando.
Mierda.
Miro a Laia y a Mikey que asienten y empiezan a levantarse.
-Si no hemos vuelto antes de que termine la cena, intentar que Blair no se acerque a su despacho. -Y dicho eso los tres nos escabullimos del comedor.
..................
Tardamos varios minutos, que se me hacen eternos, en encontrar la llave que abre el despacho.
Y una vez dentro nos concentramos alrededor de la estantería en la que se encuentra la caja.
-El anillo. -le digo a Laia que asiente y empieza a rebuscar en su bolsillo. -¿Laia?
-No está. -tiene la cara completamente descompuesta y parece a punto de echarse a llorar. -No... ¡Aquí!
Los tres respiramos aliviados cuando saca el anillo y Mikey procede a abrir la caja.
-Solo hay inventarios y presupuestos. -dice Laia, incrédula, echándole un vistazo a los papeles. -Tanto secretismo para esta mierda...
-¿Esto es...? -pregunta Mikey enseñándonos varios papeles arrugados.
-Son partidas de nacimiento.
Un nombre llama mi atención y observo los documentos más de cerca: Andrew Fowler, 16 de Febrero de 1994.
Otro nombre en el mismo papel hace que suelte un grito ahogado: Blair Dreelan.
-B-blair... A-andy... -abro y cierro la boca una y otra vez sin saber cómo reaccionar ante toda la información que acabo de descubrir. -Blair es el padre de Andy.
-Eso no es todo. -Mikey nos enseña otro papel.
Es una partida de nacimiento bastante más antigua y cuenta con una fotografía que me resulta muy familiar.
-Se parece a Rye. -Laia no se puede creer lo que está viendo. -Sólo que este niño era ciego.
Abro mucho los ojos y entonces me doy cuenta.
James Beaumont, 12 de octubre de 1983 - 16 de Febrero de 1994.
Murió el mismo día en el que nació Andy...
-Blair, espera, tenemos que preguntarte una cosa. -la voz de Rye desde fuera activa todas las alarmas. Devolvemos todo, menos las partidas de nacimiento, a su sitio y cerramos la caja.
Asomo la cabeza por la puerta y veo a Blair, de espaldas, hablando con Rye y Brooklyn.
Mikey deja las llaves en la mesa y los tres abandonamos la habitación sin hacer ruido.
-Al baño. -susurro y los demás asienten.
..................
Laia es la primera en caer, después de varios minutos atrincherados en el baño.
Mikey y yo compartimos una mirada de incomprensión antes de que mi campo de visión también se vuelva negro.
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No confíes en mí (Fanfic Road Trip)
Fiksi PenggemarEmma, una adolescente solitaria se ve envuelta en una trama de asesinatos y desapariciones que tuvieron lugar en su internado hace más de veinte años. ¿Estarías dispuesto a descubrir la verdad aunque eso ponga en peligro a tus amigos o... no tan ami...