Abro los ojos y me concentro en ella. Cuando estamos juntos no existe nadie más, solamente somos nosotros. Amándonos.
—Dios, Josh. Algún día vas a acabar conmigo —murmura, mientras gira su cuerpo para quedar frente a mí.
Si supiera que esa es mi intención. Acabar con ella. No quiero que haya otro principio si no es a su lado.
Suelto una risa nerviosa.
—Te amo —digo, mientras atrapo sus labios.
Al separarse de mí, se pone de pie y me lleva hasta uno de los sillones que ha comprado. Me tira en el, y aún desnudos se sienta a horcajadas encima de mí.
—Camille... —replico, pero de igual forma lo hace—. ¿Qué haces?
—Nada, lo único que quiero es fundirme en ti.
Cierro los ojos al percibir su cara en el hueco de mi hombro y mi cuello. Trato de concentrarme para poder recuperarme. El orgasmo que hemos tenido ha sido bastante intenso y todavía me cuesta respirar.
—Yo también, princesa.
Se remueve y siento que mi entrepierna da un brinco.
Ella ríe.
—Pero no hablaba en ese sentido —se burla y me da un beso rápido en los labios—. Quiero conversar contigo. Quiero que con cada palabra que digas me beses el alma. Quiero que por cada segundo que pases a mi lado, nuestro amor crezca más y más.
—Vaya, a ti te ha picado un bicho —agrego divertido—. Un bicho muy raro y peligroso. Estás más dulce que la miel de maple ¿Te sientes bien? —Alcanzo su rostro y pego una de mis manos a su frente.
—Tonto.
La estrecho entre mis brazos y digo lo siguiente:
—Princesa, sabes que eres lo mejor que me pudo haber pasado. No necesito decírtelo, pero lo haré —Sale de su escondite y me mira de frente, mientras nuestros torsos desnudos se juntan y entrelaza sus manos con las mías—. Te amo más de lo que puedo, y sé que siempre será así. No sé como le has hecho pero robaste cada pedazo de mi ser y lo volviste tuyo.
Ella suelta un leve suspiro y sus ojos brillan como dos luciérnagas en la penumbra. Bendito el día en el que decidí quedarme en aquel hotel. Bendito el momento en el que esta valiente chica se fijó en mí.
—Joder, Josh. Me tienes completamente enamorada de ti.
—Igualmente, preciosa. Igualmente.
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Cuando eras mía©
Roman d'amourSecuela de "Cuando era tuya", para poder leerla tendrás que haber leído el primer libro. Dicen que el primer amor nunca se olvida; dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, pero Camille está convencida de que ha olvidado a James Scott, el hombre...