Julia la del cabello ondulado.

Avance.

Andamos por la oscura carretera de la urbanización, no tengo ni idea de a dónde estamos yendo ya que, a pesar de no ser la primera vez que vengo a la casa donde se ha celebrado la fiesta, nunca he andado más allá de ella. De alguna manera me siento segura, y sé que es debido a la presencia de Pablo, y eso no es algo que deba relajarme. Es decir, él es el chico malo del instituto, el que se mete en peleas, y aquí me encuentro yo, con mi mano entrelazada a la suya. No entiendo por qué me ha sacado de la fiesta, y menos aún por qué quiere estar a solas conmigo.

Mis dedos tocan inconscientemente las heridas de sus nudillos mientras caminamos sobre la grava, aún no sé cómo se la has ha hecho, y no creo que vaya a contármelo. Las luces de las farolas parpadean bajo mis ojos, o quizás sea el efecto del alcohol en mi cuerpo.

Cuando Pablo se para en medio del camino me choco con él, mi cabeza golpea su pecho y no puedo evitar reírme por la estupidez que acabo de hacer. Para mi sorpresa, Pablo también se ríe, y digo "para mi sorpresa" porque es exactamente la primera vez que lo oigo reír. Y es un sonido maravilloso, tanto, que me encantaría grabarlo y reproducirlo una y otra vez durante horas. Niego con la cabeza, eliminando ese pensamiento, y le echo la culpa al alcohol.

-¿Por qué no te ríes más a menudo?- le pregunto apoyándome en el alto muro de piedra que cierra el camino por un lado, el muro se desvanece a lo largo de la calle entre la oscuridad, y lo único que puedo ver es la sombra de los árboles, y me doy cuenta de que la música no llega a oírse. Solo se oye el viento, y la respiración entrecortada de Pablo, y puede que hasta los latidos de mi corazón.

Si Pablo conoce este sitio, es porque habrá traído a muchas chicas aquí, o quizás, solo ha andado hacia la nada; aunque lo dudo, la primera opción es más probable, y de alguna manera me molesta.

-No tengo muchas razones para hacerlo.- responde a mi pregunta y creo notar una punzada de dolor en su tono de voz. Todo en mi quiere preguntarle el por qué, por qué es como es, pero no quiero que se enfade. Sé cómo trata al resto de la gente, y no quiero que empiece a tratarme así si me meto en su vida, además, no tengo motivos para hacerlo.

-Me gusta cómo eres conmigo.- confieso lo que estaba pensando, y vuelvo a echarle la culpa al alcohol, estoy segura de que si no hubiera bebido lo que he bebido no estaría siendo tan honesta.

-¿A qué te refieres?

-No me tratas como a los demás.

-Es que tú no eres como los demás.- responde rápidamente, como si tuviera la respuesta formulada antes de que le hiciera la pregunta. Su boca está cada vez más próxima a la mía y puedo notar su respiración, y extrañamente no huele a alcohol, como si no hubiera bebido ni una gota, pero está claro que si no hubiera bebido no estaría aquí conmigo. Ni yo con él. Subo la mirada de sus labios a sus ojos, y sus pupilas están tan dilatadas que a penas puedo ver el color de su iris.

-Casi no me conoces.- él sonríe mostrando sus perfectos dientes blancos.

-No necesito conocerte para saberlo.- y de alguna forma sé que es verdad, por todo lo que ha sabido antes en la biblioteca. Su cara se acerca aún más a la mía, tanto, que por un momento creo que va a besarme, y solo espero que no lo intente. No le dejaría hacerlo, no me importaría, pero no quiero que piense que soy una más, y yo no quiero sentirme una más, ni con él ni con nadie.

Su mano cubre mi mejilla, es grande y suave, completamente distinta a su imagen, y pasa a mi pelo mientras que su mano derecha se apoya en el muro justo al lado de mi cintura, sin tocarme. Sus ojos no dejan los míos mientras me acaricia mi pelo, su mirada es tan intensa que me siento desnuda, como si estuviera dejándole ver todos mis secretos.

-Julia, la del cabello ondulado.- el movimiento de su mano sobre mi pelo me relaja tanto que como acto reflejo cierro los ojos.

-¿Mmm?- pregunto aún con los ojos cerrados, aunque es más bien un murmuro, un quejido que sale de mis labios sin poder evitarlo.

-Julia, en latín, significa la del cabello ondulado.- coge un mechón de mi oscuro pelo con la mano que tenía en mi mejilla, y lo acaricia entre sus dedos.- Me encanta como tu pelo se ajusta a la definición de tu nombre.- esconde la cara en el hueco de mi cabeza e inspira, es la primera vez que me toca de esa manera, definitivamente tiene que estar borracho.- Como si el nombre hubiera sido creado únicamente para ti.

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Hola!!!!!

Bueno, aquí tenéis mi nueva novela. Después de haber estado tanto tiempo escribiendo En Brazos de Él (podéis encontrarla en mi perfil si no la habéis leído) quería escribir algo distinto, así que esto no va a tener nada que ver con Pablo y Valeria.

El protagonista es Pablo, pero es Pablo en un "Universo Alternativo." Es decir, como persona sigue siendo él (aunque he modificado algunas cosas) pero no es el Pablo Alborán cantante que conocemos. Va a ser un Pablo de 19 años en el instituto *-* Y a lo mejor vemos un triángulo amoroso....

Julia y Pablo van al mismo instituto, y van a coincidir en un trabajo de clase, por lo que empezarán a acercarse más el uno al otro, y se van a ver involucrados en situaciones peligrosas y misteriosas. Julia es una adolescente un poco fuera de lo común, dura e independiente y no va a dejar que nada ni nadie se interponga en su camino. Y Pablo es bastante frío y distante, y oculta muchas cosas que Julia va a intentar descubrir. ¿Conseguirá Julia resolver el misterio que oculta Pablo?

Os dejo aquí el avance, que es un cacho de uno de los capítulos, para que entendáis por qué la novela se llama así, y luego decidáis si os gusta o no y así guardáis la novela en la biblioteca hasta que empiece a subir capítulos. De momento solo tengo seis escritos, así que voy a aprovechar lo que queda de verano para ponerme a tope.

Espero que os guste la portada! Comentad que os parece!

Un besazo y disfrutad del verano, nos vemos a la vuelta!!

~Marylin García.