Epílogo

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Terminó de beberse el café y se levantó. Apagó la pequeña luz de su mesa y cogió entre sus manos los papeles que tendría que archivar una vez llegara a su antigua oficina. Los miró con detenimiento antes de abandonar para siempre aquel lugar y, sin pensarlo, los abrió una vez más.

Aquello había sido su única lectura durante el último año desde que ocurrió, pero parece que necesitaba hacerlo una vez más antes de darlo por cerrado.

Entre los escritos, estaba la foto de aquel castaño sonriente. Foto que no borraría de su mente. Todavía recordaba que se la había sacado una de las veces que lo había visto en el parque con aquellos dos chicos. Era tan deslumbrante, tan contagiosa...

Yoongi parpadeó para evitar caer en la nostalgia una vez más y en lo que consideraba su fracaso como ser humano. La culpa jamás lo abandonaría y la sonrisa de Taehyung tampoco, pero siempre rezón para que, al menos, donde quiera que estuviese, sonriera igual. Y que estuviera con ellos, eso era importante.

Debajo de la foto, aparecía también el último papel que añadió al caso. En el se relataba como de brutal había sido el asesinato del agresor del chico, aunque en su vida había tenido muchos, y la del personal del centro en el que estuvo internado.

Se habían encontrado los cuerpos colgados de la pared, habiendo sido utilizados de diana, ya que tenían la piel rajada en forma de círculo con un cuchillo y dardos clavados en ellos. La policía supuso que, después de rasgarles el pecho y la barriga y colgarlos para jugar, los habían desmembrado, repartiendo las extremidades por todo el suelo como simples papeles.

Había sido toda una sangría y bastante repulsivo, porque incluso se encontró el miembro masculino del profesor cortado en pedacitos.

Cuando se lo dijeron, él había sonreído. Sabía quién había sido y, aunque no era partidario dela violencia en ningún contexto, aquello le había parecido muy justo.

Park Jimin había hecho un buen trabajo.

Detrás de ese papel, se encontraba la autopsia de los dos cuerpos que se encontraron en la tumba de Taehyung. Jamás descartó la idea de que algo así sucediera, pero el hecho de verlo materializado fue impactante. También había una foto de eso, de cuanto Seokjin los encontró aquella madrugada.

Aún se desconocía cómo habían salido de la cárcel, ya que la policía no pudo darle explicación. No había nada que lo evidenciara y las suposiciones ni si quiera eran válidas, pero como estaban muertos, no le dieron importancia.

La droga que utilizaron fue analizada y, con rapidez, comenzaron a rastrear la ciudad en busca del origen. Era algo que se había prohibido desde hacía años y aún se comercializaba, ellos no lo sabían, pero ahora pondrían más atención a los bajos fondos.

Suspiró con pesadez y, de pronto, se oyó la puerta:

- Buenos días, ¿es usted Min Yoongi? –apareció un chico joven.

- Sí, ¿Jung Hoseok? –cerró el expediente.

- Así es –sonrió.

- Así que tú eres el nuevo –le tendió la mano para estrechársela.

- Sí, me comunicaron que usted se iba y que ocuparía su lugar.

- Siento no poder quedarme para asesorarle en sus primeros días de trabajo, pero estoy seguro de que lo harás genial y no tendrás problemas para desenvolverte.

- Es usted muy amable –se inclinó-. Y no se preocupe, lo haré lo mejor que pueda –el chico dudó unos segundos-. ¿Puedo hacerle una pregunta?

Love Beat [JiKookV] {Corrigiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora