Capítulo único

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Hey, Chester

Soy yo, la Flan. Sé que no me conoces, pero yo he sido una gran fan tuya desde que tengo memoria. Mi papá también es un gran fan tuyo, y gracias a él te conocí a ti y a tu banda.

Bueno, creo que comencé bien... Mhm, es difícil escribir esto. Nunca creí que esto llegaría a pasar. O bueno, no tan pronto. Y pensar que hacía sólo unos meses tú y los demás chicos estaban aquí, en Chile, junto con todos sus fans más fieles que, a pesar del cambio que dio su banda, seguían ahí, apoyándolos.

Lamentablemente yo no pude estar ahí.

Le insistí una y otra vez a mi papá, pidiéndole que me llevara al concierto. Pero no, él no quería ir porque "no le gustaba conducir en Santiago". Entonces mi mamá me dijo que podía pedirle a mi abuelo que me llevara, que él sí iba a aceptar. Pero no. Él siempre está ocupado trabajando.

Entonces pasé todo ese día -el día del show- lamentándome en clases porque no fui a su concierto. Así como me lamenté no haber podido ir al concierto de Katy Perry el año pasado. O al de One Ok Rock, este octubre. Y a todos los de Evanescence, durante casi toda mi vida.

Cómo sea. El caso es que no fui, y perdí mi única oportunidad para verte cantar en vivo, Chester.

¿Sabes? Amo tu voz. Recuerdo haber leído una vez un comentario de un amigo tuyo, creo (en realidad no recuerdo muy bien quién era, pero ni al caso), que decía "Cantaba como un ángel y gritaba como un demonio". Fue el día en el que el mundo del rock cayó en luto.

Aún hoy, a muchos meses de tu fallecimiento, sigo pensando en ti, y en tu música. Creo que eso es algo que nunca nadie olvidará. Quiero decir, todo el mundo alguna vez vio un vídeo con "música de Linkin Park de fondo" u oyó "Numb" e "In the End", o quizás "What I've Done", que son sus canciones más popularmente conocidas, aún si quiera sin saberse los nombres podrían reconocerlas y decir "Oh, mira, es una canción de Linkin Park". 

Como te iba diciendo, amo tu voz. Aún más cuando hacías esos gritos de metal (que ahora que escribo esto no recuerdo cómo se llama, lo siento) en "Given Up", esos gritos que me dejaban sin aliento (literalmente, en serio. Es que intentaba cantar igual, pero ya ves, soy un desastre en eso), esos gritos que te hacían un cantante excepcional y con una voz completamente única, a la altura de grandes como Freddie Mercury (no lo digo yo, lo dice la ciencia).

Siempre creí en Linkin Park. Cada vez que los escuchaba, cantaba o bailaba (sep, bailaba) sus canciones (cuando estaba sola, claro), sin que me importara el hecho de que no me sabía la letra, o que no me salían las tonalidades o si mi pronunciación era horrible; no, a mí no me importaba nada, porque claro, ¡es Linkin Park! Una banda tan épica que, sin importar la canción o el género, sería eternamente recordada como uno de los mejores del rock.

Ahora que releo esto, me doy cuenta de que es muy triste. Se me acaba de salir una lágrima, en serio.

Puede que ya no estés aquí físicamente, Chester, pero deberías saber que siempre estarás en los corazones de tu familia, de tus compañeros, de tus amigos y de nosotros, tus fans.

Con amor, la chica que no pudo verte cantar en vivo.

Hey, ChesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora