Estaba en el consultorio del doctor Rainolds esperando ansiosa a que me atendiera.. Estaba tan nerviosa que me prometí que si el tipo no llegaba en menos de cinco minutos, me iba.
Movía mi pierna desesperadamente de arriba hacia abajo. Estaba sola esperando a que viniera y no llegaba.
Vine por voluntad propia. Mamá no está enterada, pero luego de la conversación del sábado, decidí que lo mejor era contarle a alguien más lo que viví.
Era lunes, falté a la Universidad solo por el impulso de venir aquí. Estaba molesta conmigo misma por faltar, pero mandé un email explicando la causa de mi falta.
Luego tendré que ir al trabajo temprano, o solo iré a casa a esperar. Cocinaré o veré una película. O tal vez iré el tiempo que me quede a la Universidad.
No sé.
-¡April, que sorpresa! -dijo el doctor entrando a la habitación.
¡Por fin!
-¿Qué hay, doc? -pregunté.
-¿Qué te trae por acá? -preguntó él con una sonrisa.
Era más que obvio que sabía el porqué estaba aquí. Se arregló su bata, y se sentó cruzando los brasos.
Ese movimiento hacía que sus brazos se tensaran y sus musculos se marcaran más de lo que ya lo hacían. Él era un doctor sumamente joven, seguramente era cuatro o cinco años mayor que yo.
-¿Cree... -empecé a hablar. -¿Cree que quiera escuchar mi experiencia?
Él realizó una sonrisa de vicoria.
-Estoy más que encantado. -afirmó.
-¿Por dónde quiere que empiece? -pregunté con los nervios a millón.
Él me miró por varios segundos y luego se inclinó hacia adelante en su escritorio.
-Por donde creas que todo comenzó.
Tomé una fuerte respiración.
-Todo comenzó un día antes de mi cumpleaños. Estaba buscándo empleo y una amiga rica de mi madre buscaba una niñera. -comencé a relatar aún tensa. -Yo amaba a los niños, así que lo más lógico fue aceptar. Era un viernes por la noche, cancele una salida con mis amigas y fui a la casa de la señora.
<<Me quedé con el niño toda la noche, jugamos y vimos televisión. Luego era su hora de dormir. -me tensé aún más. -Ya a media noche, estabamos dormidos los dos. En realidad, no sé exactamente que pasó, solo que me desperté con el grito del niño. Subí espantada las escaleras y encontré a un tipo apuntándole con un arma al niño.
Mi voz se cortó por los recuerdos. Mi cerebro recordó todos esos momentos que tanto había querido olvidar.
Su expresión no cambió mucho, pero se le notaba lo sorprendido.
<<El niño le dijo al de la pistola que llamaría a la policia. Y él solo le disparó. Grité con todas mis fuerzas, y el tipo se fijó en mi. -tragué audiblemente. -Se me acercó lentamente, y me inmovilizó. Intenté gritar, intenté detenerlo pero me fue imposible.
Mis ojos estaban aguados, peleando por dejar salir las lágrimas.
<<Me dijo que si no callaba regresaría por mi y me mataría. Como debe imaginarse, me violó y siguió su camino. -me detuve. -Después de ese momento no quise intentar levantarme y acusarlo. Minutos después llegaron los padres y me hallaron en el suelo inconsciente y sangrando.
<<Me desperté en un hospital y mi madré me exigió que le contara. -dije. -Me rehuse a decirle a la policia. Así que todo quedó así. Vivo aún con el miedo de que vuelva a mi casa, y me ataque.
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La Aventura de la vida.
Teen FictionApril tiene depresión, no confía fácilmente en nadie, no se atreve a vivir fuera del límite. Se ha convertido en una persona solitaria, incapaz de pensar por sí misma. Cumple su rutina y no sale de ella. Desde ese momento.... Finn llega a su vida p...