Cap XXXV

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¡Tarde pero seguro! Aquí les dejo un nuevo capítulo, he tenido todos los inconvenientes con los servicios de luz e internet, pero lo he terminado, y dado a que mi semana de vacaciones destinadas al ocio termina -Gime penosa y dolorosamente.- dejaré que ustedes decidan de que historia quieren que suba el próximo capítulo. Después de los finales, haré un mini-maratón de fin de semana de algún fic que ustedes quieran, bueno, eso en caso de que quieran, sino me dedicaré a la lectura XD. En verdad, gracias por el apoyo y todos los comentarios.. ya no tengo palabras para agradecer la calidez que tienen para conmigo, aunque a veces se me hace que me odian u.u

Los labios de la morena se abren sin que ningún sonido salga de ellos, completamente incrédula por el planteo, reclamo o teatrito que se avecinaba o acababa de iniciar la pelirroja, quien ahora recordaba, no estaba en condiciones de hacerlo, menos que menos en el salón del restaurante, si bien había pocos clientes, no montaría ningún show frente a los mismos, motivo por el cual se ve obligada a inhalar y exhalar de forma profunda echando la cabeza hacía atrás, casi implorando paciencia para luego sujetar el brazo de la pelirroja murmurando un "Ni se te ocurra Katina, no aquí." mientras comienza a andar casi llevando arrastras a Lena consigo para salir del salón del restaurante y pasar por la cocina bajo la mirada de los empleados que allí estaban, lo que no le hacía mucha gracia e intentaba ignorar al igual que la resistencia que Lena ponía, segundos después estaban entrando a un pequeño despacho al que no le daba demasiado uso y era evidente ya que el lugar no parecía muy habitable o cómodo, apenas había un escritorio de madera, un par de sillas, una pequeña ventana por la cual no se filtraba luz del día por estar cerrada y amurada a una pared, la caja fuerte en la que era guardada la recaudación en efectivo del día.

L: "¿A ti qué te pasa?" Interroga con tono molesto librándose del agarre de la morena una vez que la puerta está cerrada.

Y: "Lo mismo me pregunto yo de ti." Murmura apenas mientras desprende los dos primeros botones de su blanca chaqueta que en ese momento parecía asfixiarla.

L: "Eres un encanto." Vuelve a decir con fastidio, sintiendo que la sangre le hierve de tan solo recordar que esas palabras salieron escasos minutos atrás de los labios de Pavel.

Y: "Eso no es novedad." Intenta bromear para alivianar la situación, saliéndole el tiro por la culata y retrocediendo unos pasos ante la mirada fúrica que le lanza la pelirroja. "Y no sé que tanto te molestas conmigo, no es que haya hecho o dicho algo." Agrega en su defensa sin que aquello calme ni siquiera un poco a la pelirroja.

L: "¿Por qué iba a decirlo entonces?" Interroga clavando su verdegris mirada en los azules de la morena que ruedan en ese instante.

Y: "¿Por qué no se lo preguntas a él?" Inquiere terminando de quitarse el delantal para arrojarlo sobre una silla.

L: "Porque ya sé la maldita respuesta, le gustas a Pavel y no es de ahora." Masculla sintiendo que las uñas se le clavan en las palmas de las manos, sin ser consciente de en que momento las cerró.

Y: "¿Y eso a mi qué?" Pregunta frunciendo levemente el ceño.

L: "Que le gustas." Repite resoplando con fastidio.

Y: "Ya lo dijiste Katina, y en verdad, te estás pasando." Murmura torciendo una mueca sobre los labios.

L: "Te digo que le gustas y al parecer, te da igual." Resopla comenzando a dar pequeñas patadas al piso del despacho en un berrinche por demás infantil.

Y: "¿No te das cuenta de que no me importa? Pasas por alto que ni siquiera me gustan los hombres, y sobretodo, que estoy jodidamente enamorada de una niña caprichosa.. y que no tengo ojos para nadie más.. lo he dicho hasta el cansancio, pero no parece importar o el embarazo te afecta a la audición, no lo sé, quizás sean las hormonas, intento ser comprensiva siempre, pero me duele pensar que no confías en mi." Las primeras palabras de la morena salieron con molestia, pero en el transcurso de su descargo, el tono molesto mutó a uno dolido mientras que su mirada descendió al suelo, al que no le encontraba atractivo alguno, pero tampoco podía mirar hacia otro lado.

Ella me recuerda a él.Where stories live. Discover now