Para leerme cuando VIVAS

Primera razón

Hoy escribo desde un día malo o no tan bueno como lo suelen ser la mayoría.

Y pienso que todos solemos tener algunos de esos días, y puede que recuerdes muchos de ellos o solo algunos.

El tiempo me ha enseñado que aún se pueden rescatar buenos momentos de esos días malos. Y este justamente es uno de esos momentos en los que rescato algo.

El querer llegar a ustedes transmitiendo lo que pienso ya es algo bueno, y creo que lo necesario es buscar y poder pensar que de verdad todo no es tan malo como solemos verlo.

Me gustaría que si nunca se tomaron ese momento para pensar, que se puede rescatar de esos días, hoy, ahora, en este mismo momento lo hagan. Sin importar que hoy sea un día bueno y que todo parezca color rosa, creo que no es cuestión de arruinarlo sino de crecer como persona.

Siempre digo que la vida nos enseña hasta en aquellos momentos que pensamos que solamente nos quiere golpear y no dejar de lastimarnos. Tal vez sea porque de todo se puede aprender y no hay que dudar que es así.

Y si tal vez la vida haya sido más injusta con vos, tal vez todo pueda parecer muy complicado, tal vez te hayan dicho mil veces que los sueños no se cumplen, tal vez te hayan tirado tan abajo que ya no quieras levantarte, tal vez simplemente sea tal vez y ya no quieras más tal veces en tu vida.

Solo quiero llegar a vos y recordarte que estás vivo, que tu vida tiene que estar llena de emoción, alegrías, enojos, de salidas, de amigos, de amor.

Y si también tienen que existir días malos para que nos enseñen que hay miles de motivos para seguir vivo, para seguir luchando por eso que tanto queremos, para seguir intentado o dejar de hacerlo si ya no lo creemos necesario, para llorar, para emocionarnos, para extrañar a esa persona que hoy se encuentra a miles de kilómetros o aquella que está cerca pero de igual forma se siente tan lejana.

Simplemente para no olvidar que vale la pena vivir, que vale la pena soñar que podemos cambiar algo de este mundo con amor, tanto para nosotros como para ese que se encuentra a miles de momentos en nuestra memoria.

Y hoy les digo que busquen a esa persona y le digan gracias, gracias por todo y por nada, gracias por hacerme entender que necesito valorarme más, gracias por demostrarme que yo puedo, gracias por ser esa persona que yo necesitaba para entender un poco mejor a este mundo, gracias por estar cuando menos lo esperaba, gracias por no dejar de sorprenderme, gracias por un abrazo cuando menos lo esperaba, gracias por un beso más cuando no quería despedirme.
Digan gracias por todo y por nada porque no sabemos cuándo será la última vez que podamos hacerlo. Solo hagan lo que desean y que el miedo hoy no sea parte de su vida.

Sonrían por ustedes y porque tal vez desde un simple acto le alegren el día a otro.

Nada más que eso y gracias por estar vivo.