Amnesia

Sin Retorno

Disclaimer: ayer fui a comprar los derechos pero no tenía suficiente dinero así que Kishimoto-san aun es el dueño, lo único mío aquí es la historia.

¡Enjoy!

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Capitulo 9

Sin Retorno

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Naruto

Estacionas tu auto frente a la enorme mansión de los Hyuga, estas sorprendido ante tan grande arquitectura, la gloriosa mansión se alza con todo su esplendor ante tus ojos y pensar que por cuestiones de trabajo el padre de Hinata había vivido en un departamento pequeño a lado del tuyo cuando apenas eran niños, —debió pasar trabajo, en aquel entonces estuvo aislado de todos los lujos que esta casa, le proporcionaba. —piensas para tus adentro, ansioso, quizás Hinata este dentro.

Presionas el botón de la pequeña cajita, colocada convenientemente a un lado del portón, esperas impaciente golpeando el suelo con tu pie derecho, después de buscarla por todos los lugares que se te ocurrió y luego de haber realizado incontables llamadas a su numero telefónico, que por cierto no fueron contestadas, pensaste que podrías estar en su casa como ultimo recurso, después de tocar varias veces sin parar; una voz de mujer te pregunta el motivo de tu visita, le respondes que deseas hablar con Hinata, pero la dueña de la voz, te niega su presencia.

—Si Hinata se encuentra ahí, por favor no me la niegue, por favor se lo ruego déjeme verla, déjeme entrar o dígale que estoy aquí —, tu tono de voz suena desesperada, solo demuestra como se siente tu corazón en estos momentos.

—Lo siento Señor, pero la señorita Hinata no se encuentra, su última visita fue hace varios días.

No puedes creerle, ella debe estar ahí ¿Acaso ya se fue? Por todos lo cielos, tanto era su deseo de irse que se marcho hoy mismo, después de lo que le hiciste, ni siquiera lo pensó dos veces para alejarse de ti.

—Señora por favor, déjeme verla, dígale que deseo con todo mi corazón hablar con ella, que me arrepiento de todo lo que hice y dije, que la amo.

No hay respuesta, aspiras una bocanada de aire y comienzas a gritar.

— ¡Hinata, Hinata! ¡Soy yo Naruto! ¡Hinata!

El sonido de una alarma llega a tus oídos, es la puerta, se esta abriendo, cuando hay espacio suficiente para que tu cuerpo entre, ingresas a la casa, corres por el jardín, tu mirada se centra en la puerta de la mansión donde dos criadas te esperan con la puerta abierta.

Tu corazón palpita de alegría, la encontraste por fin, podrás abrazarla, llenarla de besos, decirle tantas cosas. En menos de dos minutos, estas en la puerta de la casa, una criada te guía a la sala de estar donde supones Hinata te espera.

Una tranquilizante melodía llega a tus oídos, mientras mas cercas estas de la habitación, mas claro y fuerte puedes escucharla, debe ser ella quien toca, la joven lacaya abre la puerta, tu corazón late cada vez más deprisa, no puedes ver a la persona que toca, supones que es Hinata, a causa del gran piano de cola que se encuentra al fondo de la habitación al lado de la ventana, la joven te indica que la esperes ahí, ella se dirige al piano, la música se detiene.