27: Desvinculación

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CAPITULO ALGO LARGO♥
♦MENSAJE IMPORTANTE AL FINAL

Aída Pierce.

Al terminar está pequeña conversación. Se escuchó como tocaron la puerta principal.

Raymon se dirigió a está con cautela, mientras que los demás y yo, esperábamos en el comedor.

El chico la abrió, y nos encontramos con el híbrido Ian, que usaba una camisa negra, acompañado de unos pantalones de mezclilla. Nada mal.

—¿Que hacés aquí?— le preguntó Raymon.

—Pasaré— dice Ian y a la vez hace aún lado al Vampiro. Nos mirá y sonríe de lado. —¿Que están planeando?— pregunta intrigado.

—A ti que te importa— dice siendo grosero Anzel.

—¿Ya se cree mucho por ser un vampiro?— ironizó el híbrido.

Me acerqué a Ian y lo miré fijamente. El chico ha perdido un familiar bastante cercano, perdió a su hermano y aún no sé si esté enterado del hecho.

—Ian sabes que pasó cuan— me interrumpe .

—No te quieras hacer la buena.— rodea los ojos —Sí Aída, perdí a mi hermano, por culpa de estos idiotas— fulmina con la mirada a los Adamson. —¿Y apenas se te ocurre dar las condolencias?— se ríe irónico.

Tragó saliva y pienso algo.

—Tienes toda la razón, pero nosotros también hemos pasado por bastantes problemas.— digo. —Lo siento tanto Ian.

El chico se ríe y se aleja de mí.

—Hablando de eso, tú hermana me mandó por tí.

Lo miró extrañada, pero enseguida comprendí que se refería a la desvinculación.

—Ya era hora que dejará de acostarse con toda la manada.

Me dirijo a la puerta e inmediatamente Anzel va detrás mío. Los Adamson también lo harían pero Ian los detuvo.

—Oh no, ustedes no irán a ninguna parte— les guiña el ojo.

—¿Como que no iremos?— cuestiona Glenn.

—Claro que iremos— afirma Raymon y hace aún lado a Ian, pero el híbrido golpea al Vampiro contra la pared.

—¡Tú lo mataste!— le gritó con odio. Definitivamente se refería a la muerte de Elías.

—oh ya veo, ¿Lo quieres acompañar?— dice el Adamson con una sonrisa de lado. Acomoda un poco su cabello y nuevamente se ríe de Ian.

¿Como es que no puede tener un poco de compasión?

No te tengo miedo— lo reta Ian —Eres alguien gracias a tú familia.— lo vuelve a empujar.

Raymon se estaba dejando golpear, esperando que eso le sirviera a Ian, como una forma de desahogo

—Soraya sabía que acabaría en esto— dice Iker que había aparecido repentinamente a un lado mío. —¡Hora de irnos!— les ordena.

—Oh fantástico— exclama Glenn.

—Chicos, hay que irnos— les digo a los hermanos.

Raymon se acerca a Ian.

—El merecía morir— le susurra, —Tú no. Así que no me vuelvas a desafiar.

Todos íbamos en camino al territorio Blackwath. Seguíamos a Ian e Iker que tomaban la delantera. Detrás de ellos estábamos Anzel y yo, para que finalmente estuvieran los Adamson. Cada quién hablaba su asunto.

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora