Mis dos mil ochocientos treinta y cuatro pesos, se habían convertido en mil novecientos antes de llegar a la Ciudad de México. El ticket de autobús, el taxi y una recarga telefónica para avisar a Gabriela que iba de regreso habían implicado un gasto de más de 900 pesos. Gabriela se movió rápido y ya tenía una rommie, sin duda los cuartos cerca de las universidades eran muy solicitados, me daba gusto por Gaby, pero ahora no tenía donde vivir y no podía estar en el suelo invadiendo su habitación por mucho tiempo, pero tendría a donde llegar, en eso tenía que concentrarme.
Casi al llegar al departamento pude ver la chaqueta roja de Gaby y su blanca sonrisa esperando por mí.
- Hola bonita, ¿qué tal el viaje en vano de catorce horas? – pregunto al tiempo que me daba uno de sus cálidos abrazos.
- Excelente, Guadalajara es hermoso – respondí sonriendo y tratando de zafarme de sus brazos. Me gustaba la gente, pero los abrazos largos me causaban molestia, prefería evitar el contacto físico prolongado.
- Pasa, conseguí una colchoneta para esta noche y una cama para mañana y los próximos catorce días – me dijo Gabriela muy emocionada.
- ¿Cómo? – pregunté, sin duda mi amiga era genial.
- La colchoneta es de Fernanda mi nueva rommie y la cama es mía, mi señora madre quiere que vaya a casa unos días antes de entrar a clases y me voy mañana, así que serás a encargada de la vigilancia de mi cama y obviamente sin ningún costo, no empieces, ¡bienvenida! - Dijo enfatizando la última palabra, en otras circunstancias hubiese replicado, pero parte de crecer era aceptar que necesitaba ayuda y acepte.
- ¡Gabriela Santos, gracias gracias gracias, prometo hacerlo bien y en cuanto consiga algo, dejare de darte molestias, lo prometo! - estaba feliz, tenía quince días de vida, quince días para darle forma a mi vida aquí, conseguir un empleo, un lugar donde vivir y empezar de nuevo.
- Anda, señorita molestias, prepare el desayuno. Dijo mi flaca amiga orgullosa.
El día transcurrió tranquilo, hasta que callo la tarde y conocí a Fernanda la nueva rommie.
- Hola – dijo sonriendo, era diferente a Gaby, sus ojos eran pequeños y su sonrisa más discreta, pero con esa sonrisa perfecta post-tratamiento dental, no vacilaba al saludar, vestía con mucho estilo y se veía mayor a nosotras.
- Hola, soy Alex, mucho gusto, seré tu rommie por unos días espero no te moleste. – dije amable, generalmente no era tan sociable, pero era educada y sabía que de alguna manera era una visita en casa de Gaby y Fernanda.
- Mucho gusto, yo soy Fer, y me da gusto tener compañía, de hecho yo ocupo una compañera para una fiesta hoy, Gabriela no puede, porque sale mañana temprano, ¿tú tienes algún plan para hoy? – Dios, sí que tenía carácter, apenas me conocía y ya me estaba invitando a salir. No quería ser descortés, pero tampoco quería ir a una fiesta de desconocidos.
- No tengo planes, pero no conozco a nadie en esa fiesta a excepción de ti no creo que sea prudente acompañarte – dije negándome con la mayor cordialidad posible.
- Alex, estas en la gran Ciudad, el plan es ese, que conozcas nuevas personas y lugares. – respondió Fernanda insistente.
- Es cierto Alex, además te servirá de distracción, Fer es una persona segura, y creo que pueden divertirse juntas – dijo Gabriela.
Que Gabriela apoyará la idea de Fernanda, reducía las posibilidades de negarme, en ese momento pensé en el poco dinero que me quedaba, esa sería mi salvación.

YOU ARE READING
2000 Formas
Teen FictionAlex cree ser feliz, con un futuro prometedor y una sonrisa grande anda por la vida con tal desdén que pareciere conocer con certeza lo que viene mañana, su abrumadora personalidad le ha abierto cientos de puertas, pero desconoce aún que la vida est...