CAPÍTULO 3

141 12 0
                                    

Narra Charlie:

Entro al Starbucks con cuidado de no llamar mucho la atención. Esto de ser famoso es horrible a veces.

Me siento en una mesa apartada y contemplo la cafetería. Siempre me ha gustado venir por aquí, ya que no suelen haber muchos paparazzis.

De repente, veo a Melody entrando por la puerta.

Llevo un vestido corto y blanco, con mariposas por todas partes que se envuelven perfectamente a su cintura. Lleva poco maquillaje, pero se ve igualmente preciosa. Su cabello rubio le cae por los lados, ligeramente ondulado.

Me busca con la mirada y, cuando me ve, sonríe acercándose a mi.

Narra Melody:

Lo veo en una mesa apartada. Está tan guapo. Como siempre, pero esta vez es algo especial, al menos para mí.

- Perdona por como voy es que no me ha dado tiempo para arreglarme- lo típico que se dice cuando quieres ligar.

- Tranquila. Estás preciosa.

Me sonrojo.

Es tan perfecto.

Tan único.

Están todo el rato charlando de cosas sin sentido. A él no lo paran de llamar. La vida de un famoso debe de ser agotadora, piensa Melody.

Comienza la noche y se quedan solos, la gente de la cafetería va recogiendo las mesas y ellos se levantan para irse.

- Me ha encantado este día, Melody. Te llamaré pronto y quedaremos. Vamos, sólo si quieres.

- ¿Cómo no voy a quedar con mi ídolo? - me sonríe, de la forma tan encantadora que sólo él sabe hacer - Cuando quieras.

- Hasta la próxima, Melody.

- Adiós...

No puedo creer lo que acaba de pasar está tarde. Parece un sueño.
Paro un taxi y le doy las indicaciones de mi apartamento. En la radio suena una canción.

El destino... Me encanta esta canción y estoy tan feliz que me pongo a cantar y el taxista me mira raro.

Llego a mi casa y miro el instagram.

Charlie Puth te ha etiquetado en una publicación.

****************************************

My world with CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora