»Boys In Luv« [BTS Y Tu]

~Capitulo 4~

Han pasado unos días desde que se nos encargo ese trabajo de psicología. Jisoo y Lisa lo terminaron hará unos dos o tres dias, y Sandra lo había terminado ayer por la noche, no se ni como, tal vez se lo inventase. Yo había quedado con Tae y Jimin, para que me dijeran los últimos detalles.

-Creemos que deberías poner alguna opinión tuya en el trabajo. Para eso deberías hablar tu con el, de manera normal -explicó Jimin.

-E-eso...es buena idea pero...¿no será sospechoso? -si Jin veía que intentaba conocerle, podría sospechar que me ha tocado el para describirle.

-Tenemos un pequeño plan: el trabajo se entrega mañana, y sabemos que cada día a las 18:00 se va a los cerezo del patio a estudiar porque a esa hora no hay nadie -explicó Jimin.

-¿Y que hago ahí? Si no suele haber nadie...

-Dios que le estabas buscando para estudiar con el, que nosotros te lo dijimos -hablo esta vez Tae.

-Me parece bien -sonreí en agradecimiento- sois los mejores chicos -los agarré a ambos y los abrace.

*****

Fuí corriendo a donde me habían dicho, llevaba un libro de matemáticas para parecer que en realidad quería estudiar. De paso si aprendía un poco de mates, nunca me vendría mal.

-¿Jin? -hablé cerca de un gran árbol en el cual estaba apoyado. Levantó la cabeza deteniendo su escritura. Me miró algo confundido.

-¿Tu eres la amiga de Jimin del otro día, no? -asentí- ¿que quieres?

-V-verás, necesito ayuda con las matemáticas, y cuando le he preguntado a Taehyung si podía ayudarme, el estaba ocupado y me ha hablado de ti y de este lugar -respondí señalando alrededor.

-Ya veo... -miró hacia los lados y luego posó sus ojos chocolate en mi- s-sientate si quieres... -se movió hacia un lado. Me senté cerca de el con vergüenza y nervios- que es lo que no entiendes.

-Esto... -abrí el libro señalando unas cuentas que no sabia resolver- los numero se mezclan...¡y no entiendo que pintan aquí las malditas x y las y! -grité agobiada, en verdad no lo entendía. El soltó una risa suave y tierna- ¡No te rías! -bufé molesta.

-¡Es que es muy sencillo! Las x y las y son incógnitas que debes averiguar resolviendo las ecuaciones.

-Las ecuaciones son complicadas y me confunden.

-Es mas sencillo de lo que crees -me dijo girando su cuerpo hacia mi, sacó un papel y empezó a escribir mientras explicaba.

Luego de explicarme, entendí un poco y hice unas cuentas de prueba, mientras el me señalaba los errores. Cuando ya estaba lista hice una ecuación que habían mandado de deberes para mañana. Jin la vió y dijo que estaba bien. Le miré sorprendida.

-¡¿Enserio?! -pregunté emocionada- ¡G-gracias Jin! Enseñas mejor que el profesor.

-De nada mujer -recogió sus apuntes, se quedo quieto y recogió sus libros. Todos- ¿quieres tomar algo?

-Suena como si me invitases a un bar, mientras que estamos aquí en un internado, aislados de la ciudad y la civilización moderna.

-Me refiero a tomar algo en la cafetería cutre que hay arriba, en la azotea, solo abre a partir de las 18:00, y suelo ir después de estudiar -mira su hora en el reloj- son las 19:15.

-Joder, pero... Que rápido pasa el tiempo -solté boquiabierta, colgandome la mochila en un hombro.

-Conmigo si -bromeó. Me limité a rodar los ojos y a seguirle.

Subimos hasta la azotea del internado y realmente era muy bonita la vista desde ahí. Tenia el ambiente típico de las cafeterías francesas por la noche en París. Muy bonito, la verdad.

-Es increíble que esto, sea parte del infierno de Laguna Negra -comenté asombrada.

-Algo bueno debia tener ¿no? -me agarró de la mano y me llevó hacia una mesa. Pidió por mi, dijo que era un sorpresa. Apareció unos minutos después con unoma especie de cafés y unos pasteles.

-¿De que son? -pregunte señalando los pasteles con los ojos brillantes.

-De arándanos -un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi actuak cara daba miedo- ¿___? ¿E-estas bien?

-Mi pelo huele a arandandos... -musitaba recordando a Tae ese día.

-Pareces drogada, ¿seguro que estas bien? -volvio  a preguntar- Que dices, tu pelo huele a cereza no a arándanos -abrí los ojos y me tapé la cara de verguenza.

-Basta yaaa -chillé avergonzada- ¡mi pelo huele a pelo y ya esta! -el parecía no entender que pasaba.

Hablamos mientras comía ese pastelito, realmente era delicioso, y luego nos bebimos el café. Al llegar al halla del internado nos despedimos como si nada.

Fui a mi habitación para ir con las chicas a cenar y les conté todo. Luego de cenar, continúe mi trabajo y lo terminé. Mañana sabria a quién me he tocado.

CONTINUARÁ...

Att: Kimi🌸