El siguiente día amaneció nublado. Lux se había despertado temprano a pesar de que el día anterior tanto ella como su anfitrión se habían acostado tarde.
Bajó a la cocina se hizo un café y volvió a subir a su habitación. Darius parecía seguir dormido, intentó no hacer mucho ruido para no despertarle.
La chica abrió la ventana, se asomó y respiró profundamente. A pesar de que el día estaba cubierto, hacía calor y soplaba un viento cálido y reconfortante. A Lux le gustaban los días así, disfrutaba de su café mientras escuchaba como el viento rugía al chocar contra los árboles.
Había soñado con Mera. La chica rara vez tenía sueños lúcidos, pero éste último había sido demasiado consciente. Estaba preocupada, pues no había sido un sueño agradable. La mujer de la tienda se había aparecido ante ella, le había mirado directamente a los ojos. "Cuidado", le advirtió con una voz casi fantasmagórica. La rubia no sabía a qué se refería. "¿Con qué?" trató de preguntarle en sus pensamientos. Mera abrió la boca y muchos gritos de diferentes voces salieron de ella. Lux se tapó los oídos y bajó la cabeza no entendía nada, los gritos le helaban el corazón. Cuando el ruido cesó levantó la cabeza y la mujer se encontraba cara a cara con ella. "¡Cuidado!", parecía desesperada por transmitirle algo. "Tiempo, Cuidado, Darius, Noxus". La demaciana no encontraba conexión la miró confusa. Mera le cogió de las manos, sus ojos grises y fríos se volvieron negros y pesados. Lux trató de apartar las manos ante tal espanto, pero la mujer le clavó las uñas en ellas. "Aviso, Darius", "No, confíes, nadie" "¡CUIDADO!". Tras esto la muchacha despertó. Se miró las palmas de las manos. Las marcas de las uñas de Mera estaban ahí. Aun así, no conseguía encontrarle el sentido a lo que había soñado. ¿Y si fuese mentira?, pero no podía ser posible, la mujer de su sueño estaba desesperada, notaba la desesperación en todo su ser. Parecía que había algo interfiriendo en su comunicación, esos gritos parecían ser la interferencia de algo, o alguien. Lux estaba intranquila, como fuera necesitaba hablar con el guerrero del tema.
Esperó paciente dándole vueltas al asunto a que su anfitrión se despertase. Aún sentía su corazón helado por el sentimiento de la morena mujer. Era casi como si pudiera sentir lo que ella sentía.
Sintió que la puerta de la habitación de Darius se abría. Dejó la taza de café en el escritorio a toda prisa y salió a su encuentro.
El hombre estaba a punto de meterse en su baño cuando la chica le cogió del brazo.
— ¡Es urgente necesito hablar contigo!— Hablaba extremadamente rápido, le solía pasar cuando se ponía nerviosa— Verás he tenido un sueño y creo que no es nada bueno. Me he encontrado con Mera en él y...
— Cállate— El guerrero arqueó una ceja— Déjame despertarme al menos.
Se soltó del agarre de la mujer y se metió en el baño cerrándole la puerta en las narices. Lux suspiró tratando de calmarse. Bajó a la cocina para esperarle allí, a medida que pasaba el tiempo más se inquietaba. Daba pequeños golpecitos con los talones en la silla en la que estaba sentada.
El guerrero bajó a la cocina tal y como la muchacha previó. Ésta se levantó de un salto al verle aparecer.
— Para, para— La detuvo éste— Es temprano ¿no puedes esperar a que desayune al menos?
Ella puso una expresión triste y se volvió a sentar. Darius se sintió culpable al verla así. ¿Por qué en cuanto Lux ponía pucheros se ablandaba?. Vaya mecanismo de chantaje más sucio. Él suspiró, se pasó la mano por la cara y se sentó al lado de ella.
— Venga anda, ¿Qué pasa?
— He tenido un sueño— Le dijo ella mirándose las manos, las cuales tenía agarradas una con la otra.
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Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|
FantasíaDarius, la mano de Noxus es un intrépido guerrero forjado en mil batallas. Un giro en la manera de liderar de Swain hace que las batallas cesen. Pero no es el retiro de este guerrero. Ahora Swain le requiere que sea diplomático. Un fastidioso cargo...