Ámame hermano (Gru x Dru)

Capítulo 11: Nota

Se hizo presente el día, Dru estaba cómodamente acostado en su cama hasta que unos rayos de sol le interfirió en su descanso. Empezó a sobra delicadamente sus párpados cerrados para luego abrirlos de a poco sin emitir la acción, empezó a sonreír como un niño pequeño obteniendo algo que siempre pidió.

—Buenos días Gru —habla y gira para ver a su querido hermano que se seguro estaba adormilado y la sorpresa que tuvo fue que no había nadie a su lado—. ¿Fue un sueño? —Se levanta— no, no, no... ¡Él estaba conmigo! Estoy seguro... Espera... ¡¿Dónde esta?! —Empezó a alarmarse con no saber la ubicación del calvo y sobretodo, de que éste no lo despertase.

Los minions quienes estaban trabajando aún en la restauración del laboratorio y todos giraron a ver al rubio quien parecía estar asustado y afligido de algo que su propia cabeza le decía y preguntaba. Los amarillentos no querían acercarse a él ya que sabían algo que Dru no. Uno decidió empujar a Kevin quien era el vocero de dar la notica pero tampoco deseaba hablar con el adulto, al final tomó valor y se acerco un tanto nervioso.

—¡Bello...! Para tu. —Saca de su bolsillo un pedazo de papel doblado.

El gemelo agarro el papel que le estaba entregando el minion, empezó a abrirlo y era una especie de nota que le había dejado Gru.

«Querido hermano, sé que no te levanté porque pareces un oso invernando y además, no te pude decir que hoy las niñas, Lucy y yo iremos a China ya que nuestra jefa nos asigno una misión y justamente nos lo dijo hace como la semana pasado o eso creo. ¿Por qué no te deje con las niñas? Eres demasiado inmaduro, eres como otro niño que debo cuidar. Estarás con los minions, ellos te cuidarán. ¡Ah! Por cierto... Nada de villanías sin mi presencia, no quiero problemas y no te quería dejar esta nota pero Lucy decía que escribiera uno para que no te preocuparas de nuestra ausencia. Adiós y pórtate bien.»

Dru se quedo callado por unos minutos luego de leer la nota que dejo su hermano. Los pequeños seres no querían interrumpir el silencio que tenía el adulto y Kevin decidió volver donde los demás retrocediendo de espalda muy lentamente.

—Sé que estés en una misión... Sé que no debo hacer nada malvado aunque quisiera... Pero... ¿Dónde esta mi «te quiero» escrito?