Sentimientos cautivos.

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A la mañana siguiente, el joven pelinegro había despertado antes que el pelirrojo, se alistó y se fue al entrenamiento matutino.

Más tarde, Sakuragi logró despertar, sin embargo, se dio cuenta de que ya iba demasiado atrasado por lo que reaccionó apresuradamente. Mientras se vestía y tomaba sus cosas para entrenar, el recuerdo de la noche anterior lo abordó repentinamente como si le hubieran echado un balde de agua fría en la espalda.

"Qué demonios..." pensaba algo atormentado. Esto lo llevó a observar mejor su condición antes de salir por lo que se notó un olor peculiar.

- ¡Ahhhhhhhhhh! Gritó despavorido.

"Miserable, maldito miserable, le pateare el trasero a ese maldito zorro aprovechado" decía cuando iba apurado hacia el gimnasio.

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- ¡Tonto! ¡¿por qué llegas hasta estas horas?! Gritó el gorila.

-Lo lamento me quedé dormido, no volverá a pasar Gori, lo prometo. Dijo agitado.

En ese momento observó a los que ya se encontraban practicando y pudo ver que Rukawa no le daba ni la más mínima importancia a su escándalo. Seguramente el muy cínico se lavaría las manos respecto a lo de anoche, creía el pelirrojo quien lo miraba molesto.

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Tras finalizar la práctica Hanamichi se quedó para asear los balones, también pudo notar que cierto pelinegro aún se encontraba trapeando.

-Qué tanto miras torpe. Comentó al darse cuenta de que Hanamichi no le quitaba la vista de encima.

Sakuragi se ruborizó un poco pero de inmediato sacó su molestia.

-No te hagas el tonto Rukawa, qué fueron esas tonterías de ayer, por tu culpa llegué tarde a la práctica.

-Qué tengo que ver yo con que duermas como una piedra.

- ¡Aaarrrgg! ¡Estúpido! ¡Ya sé lo que planeas! Tú lo que quieres es confundir los sentimientos de este talentoso para impedir que te superé ya que como estoy progresando tan rápidamente pronto quedarás a la sombra, a ja ja ja ja ya veo, una estrategia digna de un zorro. Alegaba, sin embargo, en ese instante fue arrinconado siendo que el No. 11 estaba invadiendo su espacio personal de una forma muy seductora.

Hanamichi enrojeció y de la impresión empujó un balón que llevaba en las manos para hacer retroceder al joven Kaede.

-Qué te pasa tonto, no hagas esas cosas aquí, alguien podría vernos. Dijo casi temblando.

Rukawa frunció el ceño y mejor le arrebató el balón.

-Entonces ponte a jugar. Hoy solo será una reta de 10 minutos pero te advierto que no lograrás encestar nada y si es así harás lo que yo te pida.

Sakuragi hacía una mueca de furia. -Por supuesto que encestaré, ¡prepárate para perder esta vez Rukawa! Exclamó señalando al pelinegro.

En ese momento unas figuras femeninas se posaron en la entrada del gimnasio, eran Haruko y sus amigas y también otras fisgonas, las animadoras de Rukawa seguramente.

- ¡Eh! ¿Sakuragi y Rukawa volverán a tener un enfrentamiento? ¡Qué genial! Comentó Haruko al percibir lo que ocurría en el gimnasio.

-Acaso tuvieron un enfrentamiento que no fuera en base a golpes.

-Así es, ayer en la cancha que está en el parque, Rukawa invitó a Sakuragi a competir con él, ¿no es genial que su compañerismo haya mejorado desde que comenzaron a jugar en Shohoku? Rukawa es muy gentil al proponer estas prácticas a Sakuragi para mejorar su técnica, que dulce que es.

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