At Home

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Historia ficticia y de fantasía basada completamente en el trabajo de mi imaginación, cualquier situación que se asemeje parcial o completamente es mera coincidencia. En caso de que se encuentre algún parecido con la realidad se recomienda discreción.

...

Una habitación muy brillante, eso era. No había más razón para que realmente doliera el abrir los ojos, pero a pesar de eso todo era tan curioso que le instaba a no cerrarlos. 

— ¡Ya abrió los ojos! — gritó la niña que desde hacia pocos días comenzó a escuchar claramente el cachorro, hablaba tanto que no sería posible que él olvidara esa voz. — Le diré a Ha Rin. 

El olor, tanto como la voz de la pequeña comenzaron a hacerse menos notorios cuando ella corrió lejos del lugar, y eso fue luz verde para que el pequeño cachorro de 15 días caminara con su mamá quien lo lamió en una caricia como premio.

El lugar era grande y cálido, o tal vez eso era lo que sentía al estar cerca de su mamá. Pronto, tanto el ruido como el olor de la niña regresaron. 

— Todavía es muy pequeño, Young Mi. — Explicó el hombre que siempre traía esa cosa olorosa que a la mamá del cachorro le encantaba degustar. — Aunque Ha Rin lo quiera, el necesita tiempo para poder despegarse sanamente de su madre. — Hablaba hacia la niña quien comenzó a acariciarlo. 

— Lo voy a extrañar. 

— Lo sé, cariño. Pero él ya es de Ha Rin. — Ante el ruido que le dió la niña en respuesta, preguntó — ¿Ha Rin ya te dijo como quiere llamarlo, Young Mi?

— Si. Se llamará, Hyun. Hyunnie.

— Perfecto. Ahora dejemos descansar a Hyunnie con su mamá ¿Si? 

— ¿Qué? Pero si acaba de despertar. No hace mucho abrió los ojos. Papá — yéndose tras su padre, la pequeña por fin dejó descansar un poco al cachorro. 

Pronto, estaría en su verdadera casa. 

  🐾

 "Es ella" fue el pensamiento de Hyun cuando la joven Ha Rin llegó por el a la casa donde vivía la pequeña Young Mi.  — ¿Eres mi dueña? — le preguntó tímido a lo que ella percibió como un pequeño ladrido. 

La pequeña Young Mi no dejaba de recordarles a él y a sus hermanos los nombres de quienes serían sus futuros dueños. Hyun se grabó el nombre de la preciosa Lee Ha Rin

— ¡Pero mira que precioso eres! — exclamó con emoción cuando lo vio asomándose por la esquina de un sillón en dos patas. — Seung Hyun, hoy irás conmigo.  — Explicó la mujer tomándolo en brazos y no bajándolo nunca todo el camino hasta que llegó a su nuevo hogar.  

Hyunnie lo sabía. Uno de esos tantos días en los que su mamá se dedicaba a arrullarlos a él y a sus hermanos después de comer, les explicó lo afortunados que eran. Ella les contaba que afuera en el mundo muchos animales como perros o gatos vivían sin hogar, sin amigos, y sin que nadie se preocupara por ellos. Sin embargo, ellos tenían la suerte de tener a su persona. Humano que, los cuidaría y protegería, al ser ellos, la única mascota (la mayoría de las ocasiones) en sus corazones. 

Seung Hyun de tres meses (humanos) de edad, comprendió y vivió eso. El ser la única mascota en el corazón y vida de su persona. A sus tres meses lo comenzó a vivir, y tres meses después descubrió que el tendría la suerte de esas NO mayoría de las ocasiones, cuando cierto ser pequeño apareció en la vida de su humana. 

🐾      

— Pero cariño, tu ya tienes un perro — escuchó un buen día Hyun hablar a la mamá de Ha Rin con ella. Su paseo matutino por todo el interior de la casa se vio interrumpido por esa peculiar conversación. 

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