Experimentemos (RinxLen) TERMINADA

Prólogo

AVISO IMPORTANTE (Si deseas saltarlo, el prólogo está próximo de éste)

Después de 3 años decidí volver a Wattpad, releyendo mis historias sólo puedo definir un sentimiento tras ésto: Vergüenza.
Comprendo que a  mis cortos 13 años de edad no podía brindar una historia bien narrada, los tiempos en los capítulos son tan aleatorios, y tantos detalles que se me  escapaban de episodios anteriores  que pff... Se notaba que tenía tantas ideas en la cabeza que me desesperaba por plasmarlas todas  antes antes de olvidarmelas. Por ello decidí  reescribir Depresive Momento y Experimentemos. Voy a reescribir los capítulos dejando primero la parte que a mí perspectiva, está arreglada, y voy a hacer un separador donde el capítulo con la escritura original se va a situar más abajo. Ésto es para respetar a las antiguas lectoras que desean releer la historia y no les interesa las modificaciones, o para las lectoras que prefieren una escritura más vulgar, de parodia y cómica. 

Los gemelos Kagamine sienten una fuerte atracción el uno por el otro. Nunca se hubieran imaginado que esa atracción podría descontrolar y descarrilar sus vidas.

...

Su agitada y entrecortada respiración chocaba contra mí hilarante pecho que subía y bajaba fuertemente, el aire emanado de su boca se sentía arder, gustoso.

Tan sólo el roce de su tacto en mí blanca tez podía lograr enjaular tan extasiante sensación. El furor del placer, exhaustivos pero deseosos de que nunca acabe.

Un desborde de emociones atrapantes, atractivas que erizaban nuestra piel, tan sólo era una probada del otro, inocente, irrelevante, con ojos ciegos.
Irremediablemente se comenzaba a escapar de nuestras manos, yendo más allá de lo que alguno de nosotros podía hacer caso omiso. Incontrolable lujuria, prohibida y juvenil...

Experimentemos.

Narra Rin:

—¡Len!—exclamé entrando a mí habitación de un portazo. Anteriormente había estado tomando una ducha cuando mí hermano irrumpió golpeando la puerta hasta el cansancio. No tuve más remedio que acatar a su llamado "urgente".

Me dirigí envuelta en una toalla hacia la cama, mientras que con otra secaba mí cabello aún empapado. Frías gotas caían en mí regazo y me ponían el vello de punta.

—¿Sí?—siseó mí gemelo desinteresado y limpiándose las manos de ser el obviado tutor de mí malhumor.

Se encontraba situado a mí lado, se le notaba predispuesto más no ignoraba el hecho de su nerviosismo. Movía las manos continuamente, las entrelazaba y jugaba con ellas. Parecía no poder quedarse quieto.

—¿Vas a decirme por qué osas invocar mí preciada presencia?— Lo miré de soslayo, elevando la cabeza con una sonrisa socarrona, simples aires de superioridad.

—Bueno, verás...— Posó su mano sobre la nuca, desviando la mirada evidentemente incómodo—.Hay una chica que me g-gusta—tartamudeó

—Ya ¿y eso que tiene que ver conmigo?—mascullo mostrándome desinteresada. Claro, no lo estaba, mis oídos estaban especialmente puestos en cada una de sus palabras y yo, me encontraba extrañamente molesta.

—La niña que me gusta es Miku—puntualizó y mis ojos se voltearon a verlo, sorprendida—,necesito que me enseñes a besar— Crují los dientes, y le dirigí una mirada ponzoñosa. Detuve mis manos que se habían vuelto frenéticas secando mí cabello tras oír semejante declaración.