El amor real

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Nunca pude entender porque no lograba que te enamores de mi, porque con tantas confesiones y suspensos no conseguía la respuesta que siempre esperaba, hasta ayer.
Siempre fui un tonto, siempre le dí esperanza al hecho de estar irremediablemente enamorado de la persona que es maestra de escuela, líder en un culto de jóvenes, danzarina para los ojos de Dios y que ahora pudo hacerme ver el amor de dos en valor de tres. Supe de un amor extraño que la invadía, de un amor que le quitaba sus hálitos de luchar por alguien más y luchar por el, de un amor que le permitía ayudar a personas sin esperar algo, a ser insturmento de alguien que no podíamos ver pero siempre estaba a nuestro lado, a toda hora, a cada momento, a cada minuto, a cada segundo era algo impensable yo nunca lo puedo descubrir a primera vez y trataba de descifrarlo
¿Cómo era posible amar a una persona sin verla?
Cómo era posible sentir la presencia de una persona con sólo cantar a lo alto y decir amén?
¿Como sentir la de la inocencia de niños y ver reflejado a alguien del cual sólo escuchamos historias pero jamás algo en concreto?
Por eso me enamoré, me enamoré de la persona que jamás sintió el físico en mí, una persona que pudo ver más allá que una cara bonita, que supo mirar dentro de un corazón a alguien necesitado de la presencia de alguien. Y puedo entender ahora que aquella persona a la cual le amaba tanto con tanta locura sin dar espacio nada sin permitir que alguien invada su corazón sin permiso de el, siempre fué Dios.
Entender que tu vida gira en torno a un propósito, el propósito de que tienes algo que hacer en este mundo, de que debe ser instrumento para ayudar a otras personas, de sentir que su bendición va tras de ti persiguiendo la vida. Entendí que siempre tuve que enamorarme de Dios y siempre me lo quiso explicar. La persona que ama a Dios con todas sus fuerzas, más que sus padres, más que su familia, más que el dinero, más que el estudio, la persona que ama a Dios con todo su corazón tendrá todo lo que quiera por añadidura.
Ella me lo dijo y me lo supo decir muy bien. " Si tú me quieres persevera el que persevera alcanza", sé que es complicado continuar así pero tengo mi propósito con Dios en el cual no sé si sea yo. Cuando ella me dijo eso puedo entender que no estaba preparado para estar con ella.
Yo sólo soy un molde de Dios que está en construcción, que está en reparación, que se está destruyendo en total
Por fin pude comprender que no era yo la persona que ella buscaba no porque físicamente no lo sea pero si yo quiero estar con una hija de Dios, debo estar a la altura de ella, de mantener una relación muy fuerte con el.
Y aunque al final del camino puede que no sea yo quien esperé a Milena y sea alguien más o porque ese momento papá detenga mi corazón para llamarme con él, quiero sentirme dichoso, dichoso de que pude compartir con la mejor persona del mundo, de que pude aprender a amar de verdad con Dios en mi vida.
El amor es lo más bonito que puede existir, es lo que mueve al mundo desde muchos puntos de vista, jamás piensen que el amor es un asco o una mierda, entreguen el amor a la persona correcta y verán como será su mejor inversión.

Gracias Milena por traerme a este punto donde me amo tal como soy y a Dios por ponerte como instrumento en mi vida y porque sin el no hubiera comprendido el hecho real de estar enamorado de ti. Enamorado de él.

Ser real.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora