Wine [Chanbaek]

Vino

Baekhyun sonrió cuando los dedos largos y helados de Chanyeol le acariciaron la nuca, bajando lentamente a sus omóplatos. Podía sentir sus mejillas calentarse a causa del vino mientras su pierna subía por el torso ajeno, apretándose a su costado.

- También lleva crema por encima, como un pastel- Hipó, acariciando con sus dígitos la pelvis del mayor.

- Y si le pongo una cereza ¿Quedará perfecto?- Cuestionó. Dus ojos cayendo sobre los labios del alto.

Este percibió su mirada candente. Su cuerpo girándose hacia el pequeño y sintiendo su respiración nerviosa en el cuello.

Eran alrededor de las once de la noche. Ambos seguían en el parque con la canasta de picnic y la botella de vino entre ellos, acompañada de algunas migajas de pan.

Baekhyun recostó su cabeza contra su antebrazo, cerrando los ojos por unos segundos. El cuerpo de su amigo era tan calientito, podía acurrucarse en él sin pasar ninguna clase de frío o incomodidad. Sabía que las extremidades del gigante sobresalían de una manera u otra por los bordes de la manta, pero por mucho que se esforzaba en estirarla, ésta no daba cabida con el tamaño del peliblanco.

- Baekhyun-ah~

La voz rasposa le erizó la piel y lo hizo entreabrir los párpados. Sus dedos inconscientemente envolviéndose contra el brazo musculoso, como si quisieran tener de donde agarrar. Levantó las cejas para dar a entender que lo escuchaba y el suspiro del hombre le llegó al rostro.

- Nuestra botella de vino se acabó, ¿Qué vamos a hacer?

- Volver a a casa- Sugirió, mirando con cierto interés la piel expuesta por la camisa mal abrochada del hombre.

- Pero yo no quiero volver a casa.

- Qué bueno, porque yo tampoco.

- ¿Entonces qué?- Onduló con su dedo un mechón en la frente de Byun. Este sonrió, provocando que sus ojitos empequeñecieran y derritieran el corazón del orejón.

- Juguemos un juego- Tomó la mano frente a su cara y entrelazó los dedos. Chanyeol pasó saliva, preguntándose si esto era normal entre amigos- La botella está bien, pero me da pereza levantarme y girarla, así que nos turnaremos para responder las preguntas.

El otro sujeto asintió de acuerdo, sintiendo el muslo del pequeño apretarle la cadera.

- ¿Qué es lo que más te gusta de mí?- Empezó el pelinegro, mirando la mueca relajada de su amigo pasar a una de concentración.

- ¿Es válido responder que todo?

- Yah~ es en serio- Musitó, dándole un pequeño golpe.

El gigante miró el cielo estrellado mientras sus manos se filtraban disimuladamente bajo la camisa del mayor.

- Es muy difícil para mí responderlo, ya que, después de todo, hay millones de cosas que me gustan de ti- Habló bajo la emocionada mirada del esbelto chico- Empezando por tus mejillas...

- ¿Mis mejillas?

- Sí, tus mejillas- Acarició con su pulgar la curvatura que estas formaban hasta su boca- Me gustaban antes de que comenzaras a hacer ejercicio y me gustan ahora, con tus pómulos haciéndose más prominentes a medida que sonríes, y Dios, eres irresistible- Rió- Y el vino las sonrojó.

Se llevó ambas manos a la cara sorprendido por la reciente información. Sus ojos pestañeando con torpeza mientras trataba de procesarlo todo.

- Creo que es suficiente tiempo hablando de mis cachetes huesudos, Chan. Es tu turno de preguntar.