Un nuevo mundo por conocer.

1. El comienzo.

Creo que en ese momento que lo tuve frente a mí no pude despegar mi mirada de la suya, el me miraba de la misma forma que  generaba un magnetismo en mi, era inexplicable, podía sentir mis manos algo temblorosas por los nervios de la situación.  Entonces fuimos interrumpidos por una muchacha quien saludo de manera estrepitosa al muchacho llamándolo "Damián" , quien volteo para saludar y al ver a un hombre junto a la chica se acomodo su ropa para hablar con el . Era un hombre alto, de cabello canoso, muy delgado  y  de rostro extremadamente pálido,  dando a entender que era el administrador de los dormitorios.

Nos pidió que nos acercáramos a el, mientras comenzó a explicar cuáles eras sus funciones y las reglas del lugar para finalizar explicando que su nombre era Samuel. A continuación hizo un recorrido por todos los pisos del edificio que en total eran 10, cada piso se dividía en un sector de hombres y el otro de mujeres. Cada departamento contaba con un pequeño comedor  y living, una pequeña cocina, un dormitorio y un baño. Cada piso constaba de 12 departamentos Samuel nos explicó que nuestro piso era el número nueve y que aún faltaba gente por llegar al piso. Ya que nosotros solo éramos 6 personas. Nos indicó que en este sitio solo podían entrar estudiantes con identificación de la escuela por lo que era importante no perderla . Mi sorpresa fue grande al ver que mi departamento estaba al lado de aquel chico con el que intercambiamos miradas. Nuestras habitaciones estaban en el límite que dividía el lado de los hombres y mujeres. Él me sonrió presentándose como Damián 

- Hola, mucho gusto... mi nombre es Anaiis - sonreí levemente

- Un bello nombre, Anaiis, creo que nos veremos más de lo que imaginas - me miro por unos fijamente.

Me voltee para abrir la puerta del departamento con algo de torpeza y deje mis maletas en mi habitación. Me senté en la cama y puse en la mesita de noche una foto de mis padres, recordando que ya habían pasados unos meses desde su muerte. Antes del accidente de ellos, nunca antes había salido de mi casa, tenía tutores los cuales me educaron durante 16 años de mi vida, decidí dejar todo en el pasado y estudiar como una chica normal. Conocí este lugar accidentalmente al encontrarme vagando sin rumbo me dieron un volante de la escuela, no tenia mas familia ya que mi abuelos murieron en un accidente cuando yo era pequeña.  Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sonó el timbre, abrí la puerta y vi a Damián frente a mí junto a otro muchacho.

- Hola, mi nombre es Amaury soy hermano de Damián- saludo moviendo su mano 

- Un gusto conocerte mi nombre es Anaiis - los mire con algo de curiosidad

- ¿Te gustaría ir al cine?-dijo Damián poniendo sus manos en los bolsillos de su abrigo. 

- Claro - asentí con una sonrisa 

- Te pasamos a buscar en 30 minutos más para que termines de desempacar- 

Cerré la puerta y fui directo a la habitación corriendo, comencé a sacar rápidamente las cosas de la maleta, encontrando una pequeña caja la cuál nunca había podido  abrir debido a que no tenia la llave para abrirla. La deje en la parte más alta del closet, para continuar ordenando. Pasaron los 30 minutos y tocaron nuevamente la puerta. 

Cuando esperábamos el ascensor llegó la chica que había saludado a Damián cuando lo vi por primera vez, los hermanos la saludaron mientras ella me miraba de arriba a abajo, moviendo su cabeza de lado a lado. 

-¿Cuál es tu nombre?-  dijo la joven 

- Anaiis - dije evitando mirarla 

- No me agrada tu esencia - se rio de manera burlona 

- ¿Mi esencia? - 

- Irene, déjala tranquila - Amaury cambio su tono de voz 

- Claaroo ... ¿A qué lugar van?- dijo Irene moviendo su cabello  

- A ninguno en el que tú estés - Amaury le respondió molesto.

Entremos al ascensor, paramos en el 8 piso en el cual entro un muchacho alto, delgado, sus ojos azules me miraron fijamente, se acomodo frente a mi sonriendo. El ambiente se sentía algo incomodo. 

Cuando llegamos al cine, me percate que Irene nos había seguido todo el camino hasta colocarse cerca de nosotros.

- ¿Por qué estas aquí?- Amaury la miro con desaprobación 

- Mi querido Damián no me dijo que no - respondió ella con una sonrisa

- No quiero que estés aquí- Damián la miro y con tono serio continuo  - no me gusta estar involucrado...

-Lloraras por mí - Irene lo apunto, volteo a verme acercándose a mi -  Y tú no mires lo que será mío o conocerás lo que es sufrir...