Clarity (Paulo Dybala)

Capítulo 54

- Bienvenida a mi humilde morada.- sonreí a Bianca, que pasó con las maletas en la mano.- Donde habrá fiestas de todo tipo, charlas y lloreras, pero sobretodo risas.

- Eso espero.

Déjame que te lleve las maletas.- le quité una de ellas y subimos juntos a su habitación.- ¿Qué tal?

- Bien, mejor que al principio, que todo me daba vueltas.

- ¿Y con mi hermano?

- Bien, lo oculto bastante bien.

- Podrás olvidarlo.- dejé las maletas en la cama.- Todos podremos y yo te ayudaré a eso.

- Gracias, Tania, de verdad.- me sonrió y abrazó.- Eres como mi segunda madre.

- ¿Tan vieja soy?- reímos.- Pues a desayunar, que te veo muy flaca.

Bajamos a la cocina juntas, ella contándome como le iba la universidad y lo bien que la trataban desde que pasó el accidente que todos piensan que fue por el alcohol. Desayunamos juntas y yo lavé las cosas mientras ella jugaba con Lleò.

- He pensado en viajar a Italia.

- ¿Paulo?

- Sí, pero también quiero que vengas conmigo, no quiero quedarte sola.

- No pasa nada, me puedo quedar cuidando a alLeò y tengo a mis amigas y a Ariadna.

- Ya, pero te he prometido que estaré contigo y quería hacer el viaje contigo, para ver a Paulo ya tengo el Skype.

- Pero no es lo mismo, lo sé.

- Venga, Bianca, vente conmigo, pasaremos tiempo los dos juntos.- ella bajó su cabeza.- Bianca, te ayudará cambiar de aires un tiempo, aunque sea corto.

- Y por eso he decidido hacer un máster muy bueno en Argentina.

- ¿Qué?- dejé lo que estaba haciendo y me acerqué a ella.- Pensé que era Estados Unidos.

- Yo también necesito a mi chico y más ahora, no sé, me siento extraña, Tania, me siento sola y...

- No lo estás, me tienes a mí y se quieres ir a Argentina ya me tienes a mí y me acento.

- Pero quiero a Thiago, quiero tenerlo cerca ahora más que nunca.

- Entiendo, ¿Qué vas a hacer?

- A mis padres le parecen bien, terminar la carrera y hacer un máster en un país que ya conozco un poco, lo malo es que estaría en Buenos Aires.

- Podrías viajar cuando quisieras a Córdoba y él trabaja en Buenos Aires, en una revista que puedes visitar cuando quieras.

- ¿Crees que debo hacerlo?

- Me encantaría que vinieras a Italia conmigo, pero pareces decidida en irte a Argentina y entiendo que quieras estar ahora con Thiago, es un buen chico y sabrá cuidarte.

- Lo sé...pero, no sé muy bien a donde tirar ahora, nada me emociona como antes, ni siquiera las fiestas.

- Lo superarás, todo se supera.- la sonreí y ella hizo un intento.- Y si para ello tienes que viajar a Argentina, te vas y además te llevas al gato.

- ¿A Lleò?

- Sí, que sé que lo estás deseando.

- ¡¿En serio?!- se levantó alegre y asentí con la cabeza.- ¡Sos la mejor!

- ¿Y eso?

- Tengo que ir practicando.- reímos y nos fuimos al salón a pasar la tarde.

Llamamos a Marc, que vino encantado a ver por décima vez El Diario de Noah. De nuevo, acabaron llorando ellos dos, pero yo no. Les traje pañuelos y me puse a hablar con Pol por mensajes.