Todo trascurría con total calma, el reloj de la pared marcaba las 8 en punto, las almas pensativas aguardaban su turno, sin pensar en nada sin sentir dolor, solo yacían sobre sus asientos contemplando su desafortunado final, un indicador digital marcaba una secuencia de números que superaban el millón,no recordaban como habían llegado ahí no recordaban que sucedió antes de ese momento, el lugar tenia un perturbador olor a pasillo de hospital mezclado con tristeza y desolación, una a una cruzaban las puertas sin saber su destino,pero aun así cruzaban como si algo las impulsara a hacerlo, mientras algunas se encontraban en total paz otras no soportaban la presión de la espera y se retorcían en sus sillas tratando de contener los gritos de angustia, no sabrían su suerte y sentían que no era su momento que no debían estar en aquel lúgubre lugar, querían escapar pero en la entrada de aquella sala de espera se encontraba alguien al cual no se le diferenciaba el rostro, vestía de color negro y por mas que quisieras ver su cara sus facciones desaparecían esa persona no dejaría que nadie saliera de ese lugar hasta que fuera debidamente atendido.
los numero del marcador digital pasaban tan lento como fuera posible, en un altavoz con una voz que casi era inaudible pronunciaban el numero y la puerta a la cual dirigirse, un destino un poco cruel diría yo para algunas, pero una de las almas que estaba ahí con los ojos perplejos contemplando una de las puertas de las cuales sobre salia un rió de sangre por la cerradura, los lamentos en su interior, quejidos que se repetían una y otra vez hasta la eternidad sin detenerse.
pero porque meterle a ese lugar? porque sentir escalofríos recorrer la espalda de imaginar que habría tras ella?quizás algo en su ser le decía que había echo mal, le decía porque estaba ahí de repente recordó los momentos que lo condujeron ahí miro sus muñecas y se encontraban quemadas, miro sus pies estaban descalzos, sintió en su pecho un ardor insoportable, de repente se palpo la cabeza en busca de mas señales y encontró que le faltaba la mitad de la piel y cabello, que su olor corporal era a quemado, y en un instante recordó los cientos de niños mutilados con sus manos, violados y masacrados, vio la sangre en su ropa y la sonrisa de placer en su rostro,se dibujo como una macabra mueca de satisfacción. volvió a mirar la puerta que tanto le inquietaba y a su mente llegaron todas aquellas escenas de los ciento setenta y dos niños que torturo y humillo en su humilde integridad, pero no recordaba estar ahí, en ese instante recordaba estar haciendo lo que mas le causaba estimulacion, asesinar inocencias.
cuando despertó se encontraba en una habitación de hotel,sucia con olor a muerte, junto a el yacía un cuerpo sin vida de una mujer joven que no sobrepasaba los catorce años, estrangulada con su rostro de color purpura, con la boca entre abierta y sus mirada perdida, su piel reflejaba la tortura y la humillación, abusada en su cuerpo con las marcas en los muslos y sus pelvis dislocada, la miro como quien mira a su pareja en un día soleado de verano, sintió placer de solo oler su putrefacto aroma, y abuso de su cuerpo de una de forma grotesca una y otra vez mientras su mente recordaba aquel extraño sueño que había tenido, aquella habitación,las puertas, la sangre y se miraba las muñecas tratando de buscar quemaduras pero no había nada, cuando por fin termino se acostó junto a ella encendió un cigarrillo y dijo para si pensando donde podría deshacerse del cadáver.
Era un día muy caluroso, abrió la ventana para dejar salir el aroma que impregnaba el cuarto, quito la sabana de la cama envolvió el cuerpo de la joven en ella la arrastro por el pasillo del cuarto hasta el ascensor, presiono el botón para llamarlo, las puertas se abrieron entro ahí con el cuerpo, el olor era penetrante y nauseabundo pero nadie salio en ese momento, no había nadie ahí para ser testigo del atroz hecho, llego al primer piso la saco y la subió en la parte trasera de un automóvil oxidado,de color rojo; mientras conducía con rumbo al rió se miraba en el espejo retrovisor y se decía para si mismo, ¿porque hiciste eso? Dios no te va a perdonar, eres un pecador, seras castigado. y pensó que a penas regresara a la habitación expiaría sus pecados y se sentiría limpio.
Por fin llego al borde del rió, con una soga ato los pies del cuerpo sin vida de aquella niña que no volvería al colegio , aquella que su madre jamas vera , que no pudo tener una linda fiesta cuando cumpliera quince, aquella niña que no volverá a sonreír jamas.
después de que colocara la soga con una enorme roca atada a sus pies la arrojo sin el mas mínimo remordimiento al rió repitiendo una y otra vez, pronto estarás limpio, pronto estarás limpio. cuando hubo terminado de arrojar no solo el cuerpo sino todo aquello que lo involucrara con el atroz crimen se subió a su coche y se marcho sin mirar atrás.
Eran las tres y cuarto cuando regreso de nuevo al hotel el sol estaba casi llegando a la mitad de la tarde, entro en la habitación con un aire de arrepentimiento, limpio todo a su alrededor como si algo le dijera que tenia que hacerlo, que debía limpiar el lugar donde estaba como si con ello limpiara su conciencia, después de que termino tomo una biblia que se encontraba sobre la mesa de noche, pero pensar que una persona que sea capaz de tales cosas, también sea capaz de llevar consigo tal objeto de valor religioso era descabellado, al tomarla la hojeo un poco leyó uno de los versículos y de la misma mesa saco un largo, látigo de cuero cuyas puntas estaban recubiertas en su totalidad con alambre de puas, se flagelo mientras repetía para si, !!! no lo hagas mas pecador no lo hagas mas!!! , exhausto callo al suelo ensangrentado y se desmayo.
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EN LA MENTE DE UN MONSTRUO
RandomLa Mente del mayor pedofilo, violador y asesino de todos los tiempos, y de un pueblo que pide justicia