〖 Hurtful Goodbye 】

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Jimin se encontraba en aquella horrible sala de espera, jugaba ansiosamente con sus dedos y ocasionalmente con el borde de su desabotonada camisa blanca, no sabía en qué momento habían terminado allí. Por el momento no podía dejar de pensar, estaba más que nervioso, la vida de la persona que más amaba se encontraba en peligro. En esos momentos estaba luchando por mantenerse firme y optimista como solía hacerlo cuando se trataba de aquella persona, sin embargo, el ambiente no le ayudaba en absoluto, era un día nublado para empezar, las blancas y algo gastadas paredes junto con el piso que se encontraba de la misma manera lo hacían sentir ansioso fuera de calmado, posiblemente era porque ver lo gastado que se encontraba el inmueble lo hacía pensar en la fragilidad de su amado, algo que lo ponía de nervios era la gente que iba y venía, que caminaba por toda la sala de espera rezando entre lágrimas, chicas sollozando, padres ahogando sus gritos entre sus manos mientras sobaban con persistencia su sien, incluso Jimin pensó que si seguían haciendo eso terminarían sangrando de la frente.

—Maldición—murmuró el pequeño pelinegro mientras mordía su labio ligeramente, se maldecía a sí mismo por lo que estaba pasando en esos momentos, sentía que no podía batallar contra aquellas lágrimas que lo amenazaban constantemente con salir, estaba en su límite verdaderamente.

—¿Señor Park?—

En cuanto el pelinegro escuchó su nombre se levantó lo más rápido que pudo y corrió hasta el señor con bata que lo estaba llamando.

—Soy yo—replicó el pelinegro, en sus ojos aún había una pequeña chispa de esperanza, deseaba con todo su ser que él estuviera bien, que la persona que más amaba en el universo estuviese bien.

—HoSeok se encuentra en un estado demasiado vulnerable, no estamos seguros de cuánto tiempo de vida le queda, realmente su sistema está infestado.

En ese instante Jimin sintió como si su pecho hubiese sido perforado con mil espadas, el aire comenzó a faltar en su sistema y el mareo se hizo presente en él, se sentía sofocado, asfixiado, no podía creer lo que el doctor le acababa de decir. Las lágrimas aprovecharon ese momento de debilidad para al fin salir de su escondite recorriendo las mejillas de Jimin, ahora no podría parar de llorar, lo sabía perfectamente bien.

—No podemos meterlo en el programa de quimioterapias tampoco, creemos que su sistema no lo aguantará, realmente su vida pende de un hilo.

Jimin llevó una de sus manos a su cabeza y retrocedió unos cuantos pasos hasta quedar sentado en uno de los asientos de la sala de espera, el doctor suspiró y se acercó a él. Las piernas de Jimin estaban temblando como jamás lo habían hecho antes.

—Lo mejor será que se quede hospitalizado, eso le dará un poco más de tiempo—comentó el doctor, Jimin sólo asintió ligeramente, minutos después de que se lograra calmar un poco se levantó y observó al doctor atentamente.

—¿Puedo verlo?— preguntó el pelinegro con un hilo de voz.

—Claro, por el momento está dormido, realmente no ha recuperado la consciencia desde que lo trajo aquí.

—No hay problema— contestó inmediatamente Jimin, necesitaba verlo, verdaderamente lo necesitaba.

En ese momento el doctor lo llevó a la habitación donde se encontraba HoSeok, mientras caminaban podía ver como el día cambiaba con velocidad, de repente se despejaba y segundos después se nublaba, era verdaderamente extraño. Al llegar a la habitación pudo ver a HoSeok durmiendo plácidamente, se veía demasiado bien para la enfermedad que tenía.

—Los dejaré solos unos momentos.

En cuanto la puerta se cerró Jimin suspiró y dejó salir miles de lágrimas más mientras se acercaba a su mayor, al llegar a su lado no pudo evitar arrodillarse más que triste y cansado, realmente lo estaba.

Remembering our history. 〖 HopeMin 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora